Toni Marí |@tonimariblasco
Tomar la decisión de emigrar a otro país no es fácil. A pesar de que la Secretaria General de Emigración, Marina del Corral, afirme que los jóvenes se marchan de España porque son aventureros, os puedo asegurar que muchos no lo hacen por eso, sino por necesidad. También es mi caso.
Desde hoy escribiré mis historias por tierras mexicanas. Sí, ando por el DF, la segunda ciudad más grande del mundo. La verdad es que os escribo desde esta ciudad como también os podría escribir desde Buenos Aires, Bogotá o Santiago de Chile. La decisión de marcharme a México no fue por nada en concreto. Simplemente me decidí por ese país, hice las maletas y me lancé a la aventura.
Creo que lo mejor que puede hacer uno es desdramatizar lo que le pasa. Yo lo intento porque, si no es así, difícilmente puedes aguantar tanto tiempo a 12.000 kilómetros de distancia. Por eso, me alegro no haberme hecho ningún esguince hasta ahora puesto que las aceras y las calles están llenas de hoyos, o celebro cada vez que me puedo sentar en el transporte público ya que son muchas, muchas, muchas las personas que lo utilizan.
También es importante tomártelo bien si te das cuenta (no me informé antes de salir de Valencia) de que en México la informalidad es la tónica habitual. Si no es así, es difícil “sobrevivir” en una ciudad de más de 20 millones de habitantes. El otro día alguien me dijo: “Toni, Ciudad de México es un buen lugar para entrenar la paciencia”. Yo no añadiría nada más.
La clave en el DF es vivir cerca del lugar donde trabajas. Las distancias son largas y te puedes dejar media vida con el transporte. En el metro o en el autobús puedo notar en la cara de la gente si una persona vive muy lejos o no de donde va a trabajar. Muchos aprovechan el trayecto para dormir y otros, simplemente, miran a un punto fijo sin reflejar ningún tipo de sentimiento.
Llevo 3 meses en Ciudad de México. Los días me pasan muy deprisa y tengo la sensación de que no estoy aprovechando el tiempo. Desde un punto de vista turístico, no he podido disfrutar de la capital ni del país. Desde un punto de vista personal mi único objetivo ha sido buscar una oportunidad de trabajo. Por fin lo he conseguido. No es lo que preferiría pero, si miro hacia atrás y veo cómo estaba en Valencia, he de agradecer que ahora me pueda sentir útil. Seguiremos informando.
VLC Ciudad /Toni Marí