Los delfines y leones marinos entrenados por la Armada ucraniana en Crimea para misiones de combate han pasado al servicio de la flota de guerra rusa después de la incorporación de la rebelde península a Rusia.
El programa de entrenamiento de esas especies marinas, abandonado tras la desintegración de la Unión Soviética, fue reanudado por la Armada ucraniana en 2012 en uno de los dos acuarios de Sebastopol, hasta hace unos días puerto base de la flota de este país.
Ahora Kiev quiere recuperar a los mamíferos militares que, tras la anexión de Crimea, pasaron a ser entrenados por Rusia. El gobierno de Moscú afirma que ahora cumplen funciones en un centro de niños enfermos
Luego de la anexión de la península de Crimea en marzo, Rusia afirmó que se apropiaría de los delfines de combate guardados en una instalación de Sebastopol. Ese momento finalmente llegó: el acuario estatal de Crimea ahora está bajo total control de Moscú.
“La jurisdicción de estas instalaciones se ha transferido completamente al Ministerio de Defensa de Rusia”, comunicó Sergei Menyailo, el gobernador interino de Sebastopol, endeclaraciones a la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Los comentarios de Menyailo surgieron para eliminar cualquier duda sobre qué sucede con los delfines. Advirtió que los animales no se utilizan sólo para fines militares. “Cuatro delfines de este acuario fueron trasladados a centros especiales y ayudan a niños en el tratamiento de enfermedades complejas como la parálisis cerebral, los trastornos mentales y el estrés psicológico”, explicó.
A principios de julio, Dmitry Yunusov, primer jefe adjunto de la administración regional de Henichesk, un distrito al sur de Ucrania, exigió que los delfines sean devueltos bajo la jurisdicción de Kiev, al igual que otro equipo militar confiscado tras la anexión de Crimea.
Ahora, cualquier esperanza de que los delfines regresen a sus antiguos dueños parece haberse evaporado.
El programa de entrenamiento de delfines militares se desarrolló en la década de 1960.
Durante la Guerra Fría, los EEUU y la URSS fueron las únicas dos potencias en presumir sobre sus programas con mamíferos marinos, cada uno manteniendo los centros de formación de delfines en San Diego y Sebastopol respectivamente. El programa estadounidense continúa funcionando actualmente e incluso fue utilizado durante la Guerra del Golfo para proteger a los buques de minas marinas.
Ucrania, sin embargo, tuvo problemas para mantener el programa que heredó de la Unión Soviética debido a la falta de fondos. Antes de la toma de control de Rusia de los centros de entrenamiento en marzo, se había anunciado que el programa de delfines iba a ser cerrado.