El fiscal pide 35 años de cárcel para el etarra Javier Arruabarrena por el intento de asesinato en el año 2000, tras la decisión de la banda de romper la tregua, de dos guardias civiles en Vizcaya, a quienes un comando quiso quitar la vida cuando hacían labores de escolta en un traslado de explosivos.
Arruabarrena se enfrentará hoy a esa petición en un juicio en la Audiencia Nacional por un atentado que comenzó a idearse en el verano de 1999 cuando el responsable de los comandos de liberados de ETA decidió que se formara un comando en Vizcaya para la ejecución de varias acciones criminales.