Un grupo de vecinos de la manzana de edificios de Paseo Alameda, Eduardo Boscá y avenida del Puerto han expresado su malestar públicamente al Ayuntamiento de Valencia por las dificultades para aparcar en esa zona que forma el triángulo de las citadas avenidas.
Ellos proponen eliminar la mitad de las plazas de zona azul; abrir el edificio del CdT su zona ajardinada al público y que su aparcamiento subterráneo se convierta en un aparcamiento para residentes o en zona naranja y medidas policiales contra los gorrillas de la zona.
Los vecinos consideran que ¨el ayuntamiento en su afán recaudatorio convirtió las calles interiores de este triangulo en un aparcamiento para su negocio. Aprovechando la gran cantidad de oficinas que se construyeron durante la ejecución del Palau de la Música y la posterior urbanización de los campos y solares que allí existian. El ayuntamiento no contento con la recaudación vía impuestos nos quito de un plumazo la posibilidad de aparcamiento.
Los residentes en esa zona afirman en un documento que han extendido por las redes y en el portal www.ziudad.es
1º Se realizo la prohibición de aparcar en Eduardo Bosca, ampliando excesivamente las aceras, creando carril bus y convirtiendo lo que hasta entonces era prácticamente la continuación de la autovía del mediterráneo en una calle sin posibilidad de aparcar, sin importarle que la mayor parte de las edificaciones de la zona o no tenian aparcamientos o eran privados.
2º Convirtió las calles del interior de este triangulo y las dos avenidas, la del Puerto y Alameda, en zona azul dejando únicamente de libre aparcamiento una pequeña calle, la de Pintor Monleón, que tiene el edificio del CdT (Centro de Turismo) que tiene su propio recinto ajardinado y garaje vallado y cerrado a los vecinos.
¨Si no es bastante la vergonzosa actuación y maltrato proporcionado a los vecinos por el ayuntamiento y por la Generalitat (esta ultima por el uso del edificio del CdT sin permitir el disfrute por los vecinos de este terreno publico) nos vemos esquilmados a su vez por la proliferación de gorrillas que obligan a los vecinos y trabajadores a pagar al ayuntamiento con su maldita y sangrante O.R.A y a los propios gorrillas.
Por no contar que cada vez que realizan un acto en el Palau, carreras etc, toda la zona es restringida al aparcamiento como medida de seguridad o para aparcamiento de los coches oficiales.
VLC Ciudad/Redacción