El litoral del Primer Muntanyar en Xàbia se convierte en un enclave arqueológico único tras el hallazgo de una casamata de la Guerra Civil. Los trabajos de recuperación revelan un rico patrimonio histórico que vincula este espacio con episodios clave de la historia de España.
Un litoral cargado de historia
El Primer Muntanyar de Xàbia, conocido por su singular paisaje de roca tallada y la majestuosidad de su duna fósil, ha sido durante siglos un testigo mudo de la historia. Este litoral, con sus cortantes formaciones rocosas, fue empleado como cantera para extraer sillares de tosca, un material emblemático de la arquitectura local. Pero el significado histórico del lugar no se detiene ahí.
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el litoral se convirtió en un escenario estratégico donde se construyeron casamatas y baterías de artillería. Estas edificaciones formaban parte del esfuerzo del Gobierno de la II República por defender la costa mediterránea de posibles ataques del bando sublevado, así como de fuerzas aliadas al fascismo europeo.
En los años 80, estas construcciones fueron demolidas en su mayoría, buscando dar paso a un modelo turístico que pretendía borrar los vestigios del conflicto bélico. Sin embargo, el reciente proyecto de recuperación del litoral promovido por la Dirección General de Costas ha revelado una parte de este importante patrimonio: los cimientos de una de estas casamatas, en un estado de conservación notable.
El redescubrimiento de una casamata: arqueología y memoria histórica
Los trabajos supervisados por un equipo de arqueólogos han permitido sacar a la luz una estructura que, aunque enterrada durante décadas, aún conserva detalles arquitectónicos que ofrecen pistas sobre su diseño y funcionalidad. Este hallazgo incrementa el interés histórico del Primer Muntanyar y aporta un nuevo enfoque sobre la importancia de preservar el patrimonio vinculado a la Guerra Civil.
¿Qué es una casamata?
Una casamata es una estructura defensiva destinada a proteger a los artilleros y sus armas, generalmente emplazada en puntos estratégicos. En el caso del Primer Muntanyar, estas edificaciones, aunque localmente se las denominaba “búnkeres”, cumplían un propósito ligeramente diferente al de los tradicionales búnkeres subterráneos. Eran construcciones robustas, diseñadas para repeler ataques desde el mar y aire.
El arqueólogo encargado del proyecto ha destacado que los cimientos encontrados permiten vislumbrar cómo estas casamatas protegían a las tropas republicanas y a la población civil. Las troneras, orientadas hacia el mar, servían para instalar ametralladoras o pequeñas piezas de artillería, esenciales para repeler los ataques de la Armada franquista y las fuerzas aliadas del Eje.
La piqueta del olvido y el resurgir de la memoria
Durante las décadas de 1960 y 1970, cuando el turismo se consolidó como motor económico de la Costa Blanca, muchas de estas edificaciones fueron demolidas. Las playas, como símbolos de ocio y tranquilidad, parecían incompatibles con los recordatorios de la tragedia que supuso la Guerra Civil.
Sin embargo, no todas las casamatas sucumbieron ante la piqueta. Las estructuras del Primer Muntanyar resistieron hasta los años 80, cuando finalmente fueron derribadas. Este proceso de “borrado” del patrimonio bélico no fue exclusivo de Xàbia. En localidades vecinas como Denia, también se localizaron y destruyeron varias casamatas construidas en 1937 por la Dirección de Defensa de Costa.
Patrimonio cultural en peligro y nuevos retos para su preservación
El hallazgo de esta casamata abre el debate sobre cómo conservar y poner en valor los vestigios de la Guerra Civil en un contexto que, durante años, ha tendido a minimizar o ignorar su existencia. Declarados Bien de Interés Cultural (BIC), estos restos no solo tienen un valor arquitectónico, sino que representan una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y transmitirlo a las generaciones futuras.
Además, el Primer Muntanyar no es solo un lugar de interés bélico. Este litoral también alberga yacimientos arqueológicos de época romana en la cercana Punta de l’Arenal, lo que refuerza su importancia como enclave histórico multidimensional.
Un legado para las futuras generaciones
Los recientes hallazgos destacan la necesidad de un enfoque integrado para gestionar y preservar este tipo de patrimonio. Proyectos como la restauración del almacén de torpedos en el puerto de Xàbia o la propuesta para reparar las galerías subterráneas de la Caleta del Port son ejemplos de cómo se puede equilibrar la conservación con la promoción del turismo cultural.
En este contexto, la recuperación de la casamata del Primer Muntanyar supone un paso importante hacia la revalorización de la memoria histórica en la región. Integrar estos elementos en rutas turísticas y educativas podría transformar Xàbia en un referente del turismo histórico, sin perder de vista el respeto por el pasado.
Reflexión final: preservar para recordar
El Primer Muntanyar de Xàbia es mucho más que un lugar de belleza natural. Es un espacio donde convergen siglos de historia, desde los romanos hasta los episodios más recientes y traumáticos del siglo XX. La aparición de esta casamata es un recordatorio de la importancia de proteger nuestro patrimonio, no solo como un recurso cultural, sino como una herramienta para entender y aprender de nuestro pasado.
¿Qué opinas sobre la recuperación de estos vestigios históricos? ¿Crees que deberían integrarse más en la oferta cultural de Xàbia y la Comunidad Valenciana?