El Péndulo | Jimmy Entraigües.- El criminólogo y escritor, Vicente Garrido, es, sin lugar a dudas, uno de los mayores expertos en asesinos en serie del país. Habitual asesor de la Policía en diferentes casos, Garrido es también un importante consultor de la Naciones Unidas y de la Administración de Justicia. Autor de títulos tan destacados como “El rastro del asesino”, “Cara a cara con el psicópata” o “Perfiles criminales”, Garrido goza de una presencia constante en medios de comunicación como la televisión, la prensa o la radio. La pasada semana presentó, en Valencia, su nuevo estudio, ‘Asesinos múltiples y otros depredadores sociales’ (Ariel, 2018), una fecunda obra que gira en entorno a las causas genéricas que dan lugar a las masacres que comenten los asesinos. De una forma clara y amena, el autor nos da a conocer el modus operandis y los perfiles psicológicos de quienes actúan de forma violenta y cruel.
El Péndulo: En esta nueva obra abordas temas tan complejos como el de los asesinos múltiples, el ‘serial killer’ o el de terrorista que provoca una acción de suicido al tiempo que provoca una gran matanza pero… ¿cómo es que nos libramos en España de esos asesinos que entran en una escuela y generan muchas víctimas o asesinos que se suben a un tejado y provocan decenas de muertos y que tanto se dan en los Estados Unidos?
Vicente Garrido: Digamos que el grueso del libro se centra en hablar del asesino múltiple en un solo acto. Es decir, que mata en una sola acción o secuencia y, en la medida que incluye más de una víctima, incluye también el familicido, donde todas las víctimas son de la familia, hasta el tiroteo de Las Vegas (EE.UU.), ocurrido el pasado año, donde se produjeron decenas de víctimas. En España, ese tipo de tiroteo en un espacio público no se produce. Lo que se ha producido siempre es una violencia dirigida contra personas específicas. También tenemos asesinos múltiples en contextos familiares que están asociados a ajustes de cuentas y…, digamos que hay como tres ámbitos en donde domina el asesino múltiple en España: el más habitual es el que tiene que ver con agravios, discusiones, peleas, enconadas…, que en un momento determino, surge el disparador y entonces alguien mata a dos, tres o cuatro personas. Estos casos están muy asociados a disputas que se arrastran desde hace tiempo. En ocasiones hay armas de fuego si la persona dispone de una de ellas y.., casi siempre es una escopeta. En España el arma más habitual es el arma blanca. En nuestro país el arma blanca es muy importante así como en los EE.UU. predomina el arma de fuego. Luego tenemos el homicida múltiple con ocasión de la actividad criminal, como el ajuste de cuenta entre bandas o…, algún caso de aquel que huye de la Policía y mata a varios de ellos y…, ya luego nos encontramos con el asesino en el ámbito familiar. Esos son los tres tipos de asesinatos múltiples que dominan aquí. El tiroteo indiscriminado en escuelas o iglesias o supermercados, como se da en los EE.UU., en España no se da, por suerte.
E.P.: Hay una excelente cita de Nietzche (“Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a la vez en monstruo”) que me recuerda a otra cita suya en la que dice que la sociedad genera los monstruos que desea. ¿Generamos y luchamos contra monstruos creados desde la misma sociedad?
V.G.: Muy interesante, sí, sí. Yo creo que el crimen o la violencia, por emplear un término más global, es muy dependiente de la sociedad en la que habita. Hay una especie de simbiosis. Es como una planta que busca los agujeros de supervivencia para prosperar en un nicho determinado, entonces…, aun cuando las motivaciones esenciales de los crímenes no han cambiado en la historia de la humanidad, sí que es cierto que la forma de llevarse a cabo los crímenes, su frecuencia, su intensidad o la virulencia, si que es verdad que se adapta mucho a los diferentes contextos. Por ejemplo, en Estados Unidos, debido a la idiosincrasia cultural es un país que nació con la violencia. Tiene una historia marcada por la expresión de la violencia. Es un país que ama las armas de fuego y es un país que las leyes las autorizan de una manera tan extraordinaria que todo el mundo tiene acceso a ellas. No se mata en Estados Unidos porque haya muchas armas, sino porque además, se ha visto la violencia como una respuesta totalmente válida para hacer frente a situaciones que la gente percibe como que son injustas o que revelan un maltrato hacia alguien.
E.P.: Los norteamericanos tienen muy arraigado el sentido de la propiedad privada, de la pertenencia, de la inviolabilidad de lo que es suyo y eso les lleva a justificar muchas de sus acciones violentas y…
V.G.: Sí, sí, efectivamente. Es lo que te estaba comentando. La violencia se ha visto como una respuesta cultural a situaciones que consideras injustas o que son un abuso a tus propiedades. Si a eso le añades aspectos culturales como una feroz competitividad, un profundo individualismo, una sanidad pésima que difícilmente llega a las clases más desfavorecidas…, puedes encontrar el por qué el asesinato múltiple o el tiroteo masivo es una epidemia en aquella sociedad. Eso en España es mucho más complicado porque no tenemos armas de fuego a disposición de la mayoría de la gente, está muy restringida. Como todos sabemos las armas están permitidas en competiciones deportivas o la caza legal. Piensa que también en España hay una red social de apoyo mucho más importante, la familia sigue siendo un elemento de resguardo de situaciones de tensión y de frustración y…, también está el hecho de que España puede aparentar ser un país bronco en cuanto a los modos y maneras de enfrentarse a los problemas pero… En España el homicidio es una conducta muy poco frecuente. Si vas sumando las tradiciones, el tipo de cohesión social que existe, el hecho de que haya más asistencia sanitaria, etc, etc, etc…, comprendes muy bien porque la violencia prospera en un sitio de un modo determinado y en otro tiene su propia forma de actuar.
E.P.: Si bien la historia en el Mediterráneo fue convulsa, Valencia fue una tierra por la que han pasado griegos, romanos, musulmanes… y eso demuestra su permeabilidad y porosidad como pueblo y aunque algunos relatos, como los escritos por Blasco Ibáñez, nos hablan de venganza y recelos, el pueblo valenciano no parece violento, ni bélico, ni tiene características sociales de temperamento dispuesto a la violencia, ¿verdad?
V.G.: Pues como tú muy bien comentas hay un pozo cultural en la historia valenciana. Piensa que el comercio se basa en la confianza mutua, en la negociación, el acuerdo, en la resolución pacífica de disputas…, es cierto, entonces, que el carácter grecorromano hunde sus raíces en los pueblos y tradiciones y eso facilita la comunicación. Por el contrario, todo aquello que no tiene ese pozo de cultura y que se ajusta más a patrones de ganador y perdedor, es decir o gano yo o ganas tú, facilita más la violencia. El asesinato múltiple, y es el interés de este libro es, probablemente, la forma más extrema de violencia en el contexto de una sociedad civil o una sociedad en paz. Claro, la definición es matar a tres o cuatro personas o más en un solo acto, que es como se define al asesino múltiple y…, eso puede incluir a treinta y siete personas como el caso de Breivik (Anders Breivik, en 2011) o la isla de Utoya (masacre en la Utoya en 2011), pero también a esas tres o cuatro personas en un contexto familiar por una cuestión de venganza o vinculadas a disputas familiares. Como ves pueden ser muchas las causas o motivaciones que pueden dar lugar a un asesinato múltiple. Yo destacaría, en general, que el tipo dominante de asesino múltiple es una persona que está profundamente insatisfecha, por su modo en la que él piensa que la vida lo está tratando. Piensa que la vida es injusta, que se merece más, suele haber un componente narcisista importante, hay como cierta espera a que las personas reconozcan su valía, a tener un cierto status, a que sea respetado y…, llega un momento en el que este tipo de relato le daña profundamente y no quiere seguir siendo el personaje perdedor de la historia y…, entonces él, lo que hace, es crear un nuevo relato.
E.P.: ¿No es también el perfil de un sociópata?
V.G.: Bueno, en el caso de un sociópata no se considera nunca un perdedor. El sociópata tiene una buena autoestima y lo que quiere es dominio y control a través de la violencia. El sociópata está más emparentado al asesino en serie. El asesino múltiple es una persona herida en su autoestima y quiere acabar con el relato del perdedor. Es paradójico ya que para huir del propio caos crea uno nuevo. Creando el caos de la conmoción él encuentra un equilibrio emocional.
E.P.: Recuerdo un pequeño cuento de Borges, ‘El puñal’, en el que se relata que el arma también tiene memoria y sabe su destino en manos del homínida, ¿podríamos decir que arma y homicida son conscientes de su función?
V.G.: Es un relato maravilloso. Es muy interesante lo que comentas porque es un aspecto que trato mucho en el libro. Es lo que yo llamo el elemento de la atracción del acto criminal. Cuando hablamos de asesinatos múltiples pensamos en lo qué es lo que empuja al sujeto a hacer esto, pero muchas veces olvidamos que no hay elementos, si me permites el símil, espacial que vayan detrás empujando, hay elementos que van incitando, es decir, que están delante de él porque resultan atractivos. Es muy importante destacar que hay una estética, hay todo un cúmulo de sensaciones con el acto de dar muerte a muchas personas, con el acto de sentirte poderoso empuñando un arma.
E.P.: El cuchillo siempre ofrece una atracción en el acto de matar, ¿verdad?
V.G.: Eso es. En el libro remarco ese aspecto de fascinación y atractivo que tiene el arma blanca. El cuento de Borges subraya muy bien ese valor. Desde un punto de vista psicológico, el arma blanca siempre es fascinante para el asesino y…, hay una correlación entre el elemnto del crimen y el sujeto.
E.P.: Vicente, muchas gracias por atender nuestras preguntas y gracias por darnos a conocer aspectos desconocidos de la psique de los asesinos múltiples.
V.G.: Gracias a vosotros, ha sido un placer charlar sobre el tema. Gracias, de verdad, por la atención.