Llevan unos días con sus familias de acogida. Disfrutando de grandes lujos para ellos como bañarse en el mar, en la piscina o poder comer una dieta equilibrada, cosas a las que no tienen acceso en los campamentos de refugiados de Tinduf donde vivien. Un total de 151 niños saharauis ya disfrutan estos días de sus familias de acogida en la Comunitat Valenciana, donde se quedarán hasta el próximo mes de septiembre.
Llevan todo el año soñando con sus vacaciones en la Comunitat Valenciana y desde hace unos días ya disfrutan de ellas. Son los niños saharauis que cada año llegan a la Comunitat Valenciana para vivir dos meses con familias valencianas en régimen de acogida. Durante este tiempo harán cosas que les es imposible hacer en el desierto en el que viven. Desde dormir sobre una cama, hasta bañarse en la piscina pasando por lo más básico de todo, tener acceso a una dieta equilibrada.
Este año han llegado 151 niños, tienen entre 8 y 12 años y su visita, muy esperada por las familias de acogida, es posible gracias al programa ‘Vacances en Pau’ que organiza desde hace 19 años la Federació d’Associacions de Solidaritat amb el Poble Saharauí del País Valencià (FASPS) con la colaboración de las distintas asociaciones de apoyo al pueblo saharaui que hay en la Comunitat.
Tienen el verano repleto de actividades y de visitas a instituciones. Una de las más emotivas fue la trobada del pasado fin de semana, un encuentro muy simbólico porque en él se reivindica justicia para el pueblo saharahui, sometido desde hace 39 años por Marruecos, con la complacencia de gran parte de la comunidad internacional.
A lo largo de estos dos meses, los pequeños también pasarán un chequeo médico gracias a la colaboración de la Conselleria de Sanitat, para detectar problemas de salud que puedan arrastrar. La mayoría de los diagnósticos repetirán su resultado: anemia. La mayoría de ellos la tiene porque la alimentación en los campos de refugiados es limitada y les faltan nutrientes de todo tipo. De hecho, muchos adultos de los campamentos la tienen crónica.
“Es muy emocionante recibir cada año a estos niños, pero a la vez es muy duro porque se constata que no hay ninguna evolución en el conflicto saharaui. La población de los campamentos sigue, rodeada de carencias, y aquellos que viven en el Sahara Occidental han de soportar a diario los abusos de Marruecos. Al menos, con estos programas ayudamos a los más pequeños, aunque sea dos meses al año”, afirma Amparo Marco, coordinadora del programa Vacances en Pau.
El presupuesto del programa se ha reducido considerablemente en los últimos años, de modo que la cantidad de niños en acogida ha mermado notablemente en los últimos cinco años, ya que las ayudas se utilizaban para pagar el billete de avión de los niños. Las familias son las que se encargan de la manutención de los pequeños durante estos dos meses.
Contexto general
El conflicto del Sáhara Occidental data de 1975 y es fruto de una descolonización no concluida por la actitud de obstrucción del Gobierno de Marruecos, con la permisividad de la Comuniad Internacional (ONU y UE), el apoyo explícito del Gobierno de Francia y la no asunción de los diferentes Gobiernos de España de su responsabilidad política como antigua potencia colonial.
El pueblo saharaui tiene reconocido el derecho de autodeterminación a través de múltiples resoluciones internacionales, sin embargo el gobierno de Marruecos impide su aplicación una vez más, vulnerando la legalidad internacional y propiciando una situación en la región de inestabilidad e inseguridad.
Como fruto de esta situación, 200.000 saharauis viven desde hace 38 años refugiados en el desierto argelino de Tindouf, otra parte de la población continua viviendo en el Sáhara Occidental donde diariamente Marruecos vulnera sus derechos fundamentales y son sometidos a torturas y maltratos.