La región de la Capadocia alberga un paisaje de roca toba que parece más onírico que real. Su máxima expresión se halla en el Parque Nacional de Göreme, Patrimonio de la Humanidad (1985). El llamado Museo al Aire Libre se sitúa a 1,5 kilómetros del pueblo actual, que ofrece hoteles y restaurantes instalados entre pináculos. Göreme esconde rincones llenos de magia como el Valle del Amor, del que emergen las «chimeneas de las hadas» –en la imagen–. También hay grutas que esconden iglesias bizantinas con frescos medievales (s. VII) y viviendas antiguas horadadas con pasadizos y hasta seis pisos de profundidad que servían para protegerse de los invasores. Además de las rutas a pie, vale la pena subir en globo para contemplar el valle desde el cielo.