Hablar con Lorenzo Silva, no solo es acercarse a un de las plumas más importantes de las letras españolas, es también aproximarse a un hombre de verbo claro y mirada crítica sobre el entorno social.
Premio Nadal en 1997 y 2000 y Premio Planeta en 2012, Silva es autor de novelas tan aclamadas como ‘La niebla y la doncella’, ‘La marca del meridiano’ o la excelente ‘El lejano país de los estanques’.
En su nueva novela, ‘Los cuerpos extraños’ (Destino, 2014) vuelve a reunir a su pareja de investigadores de la Guardia Civil, Bevilacqua y Chamorro, en una complicada trama, sobre el asesinato de una alcaldesa de la costa levantina, donde pone al descubierto los entresijos de la corrupción política y sus consecuencias, sin perder de vista la mirada sobre las vidas de sus dos protagonistas principales.
El Péndulo: Me llamó la atención que utilizaras una canción del grupo Golpes Bajos, muy de los ochenta, para un guardia civil como Bevilacqua en un pasaje de la novela. Es un personaje que siempre sorprende por sus detalles.
Lorenzo Silva: Bueno, no es una canción de los Golpes Bajos, es una de Ignacio Coppini. Se llama ‘Pepito, el grillo’ y la hace con Nacho Cano. Al principio tiene una especie de campanilleo y por eso la puse en un momento de la novela. Y respecto a Bevilacqua…, bueno, siempre me gustó que tuviera sus toques distintos y…, ofreciera algo de su personalidad o de sus gustos diferentes. Ese tipo de detalles genera un poco más de complicidad con el lector, especialmente para quienes ya lo conocen.
El Péndulo: Comentabas que con ‘Los cuerpos extraños’ cerrabas una trilogía en referencia a los desmanes de las corruptelas que ha vivido este país en la última década pero, ¿crees que en ese aspecto que el país no da para más episodios novelísticos?
L.S.: Pues las cartas ya están sobre la mesa. Podríamos seguir mareando pero la primera novela es de hace catorce años y no me gustaría repetirme. Es verdad que la realidad puede repetirse, lamentablemente lo hemos visto, pero un novelista no puede repetirse y contar otra historia de corruptelas y despilfarro y políticos bendecidos por las grandes empresas. Te confieso que bastante triste estoy por haber hecho una trilogía sobre la corrupción y el trapicheo que se llevó a cabo entre unos sinvergüenzas. Me gustaría haber tocado otros temas policiales pero…, la novela policial también está para reflejar la realidad y, de alguna manera, denunciar esos comportamientos.
E.P.: En tu novela planteas el asesinato de una alcaldesa de una localidad valenciana pero hace poco más un mes vivimos el hecho del asesinato de Isabel Carrasco, presidenta del Partido Popular y de la Diputación de León, y… Esto no ficción, es decir, estamos asistiendo a un problema muy grande.
L.S.: ¡Claro! ¡Por supuesto! Digamos, de alguna forma, que la corrupción está instalada dentro de la propia sociedad. Tenemos corrupción administrativa, privada, familiar… De eso habla ‘El alquimista impaciente. ‘La marca del meridiano’ la corrupción policial, la que está dentro de un organismo de la ley y… Sinceramente, para mí, es uno de los relatos más alentadores pues de todas las formas de corrupción, al menos en España, es la que se combate con mayor firmeza, porque son los propios policías quienes la combaten. Y… Esta historia que sale ahora, ‘Los cuerpos extraños’, pues se me ocurrió hace siete años a partir de un caso auténtico como fue el caso del asesinato del alcalde de Polop, asesinado en la puerta de su casa a tiros, con un procedimiento digno de Chicago años ’30 o crimen organizado a la americana. Eso es como una luz de alarma en la que dices: ‘¡ojo! Ya estamos yendo mucho más lejos que la malversación de fondos públicos’, ‘ya estamos yendo mucho más allá de lavar dinero nergro’; estamos dejando que el dinero rojo, el que viene manchado de sangre, interfiera en el esclarecimientos de los delitos. Hemos llegado, por desgracia, a un descuido de la vigilancia, que hemos permitido que el lobo se meta en el corral. El problema de esto que se aumenta el potencial de violencia y eso puede provocar un estallido imprevisible de hechos y acciones con una violencia nunca imaginada. Y no me refiero solo al entorno de la corrupción… Eso permite que la sociedad entre también en una espiral de violencia terrible. A mí me preocupa cuando veo a diez energúmenos pegándole a un policía. Es decir, si no paramos el entorno de corrupción y violencia generado por la conexión de empresarios y gestores de la administración que tienden a delinquir…, ese problema llegará a la calle y todo será violencia.
E.P.: En esta nueva novela, Bevilacqua no solo está un poco más viejo sino que notamos cierta tristeza y cierto escepticismo en su comportamiento.
L.S.: ¡Es lógico! Los personajes maduran pero…, no lo veo desgastado más bien algo más filósofo en sus reflexiones. La tristeza cuando es serena no es tan mala. El problema es que estuviera deprimido pero…, tiene un punto de vista optimista y cree en lo que hace. Él hace lo que puede hacer, está en la parte baja de la pirámide pero el tío tiene ese orgullo proletario que lo defiende sin temer a las consecuencias. Es un tipo limpio, honrado, con su propio código de valores y el paso de los años lo hace reflexionar sobre su vida, su trabajo y sus cosas.
E.P.: Pero esta crisis económica que vivimos viene precedida por una crisis de valores éticos y morales en todos los campos. Durante toda una década este país estuvo tirando ‘manteca al techo’ sin pensar en la consecuencias.
L.S.: Evidentemente fue así, pero también mucha gente se bajó de ese tren. Muchísimos ciudadanos de a pie tomaron la opción de decir no a la pasta fácil. El tener la pasta fácil nos llevó a un sistema disfuncional pero la gente de la calle se dio cuenta mucho antes y dejaron de participar de ese festín. Ha habido una abdicación moral y racional en masa pero cuando se vieron los primeros síntomas muchos pararon y continuaron los delincuentes y los corruptos.
E.P.: La compañera de armas de Bevilacqua, Chamorro, también la vemos sufrir importantes cambios. Ya tiene los cuarenta y si vida ya no es lo que era.
L.S.: Es el mejor momento para someter al personaje a cambios y a nuevos planteamientos. Creo que ahora tengo a los dos personajes en el momento crepuscular y otoñal de sus vidas, en ese punto de acompasarse a lo que uno es y puede ser. Ellos le ponen ganas y horas a su trabajo pero no dejan de observar sus vidas y comprobar lo que tienen y lo que no tienen.
E.P.: Últimamente se te ve mucho por Valencia, ¿te gusta la ciudad?
L.S.: Me encanta la ciudad y sí…, últimamente he estado mucho por aquí y me alegro. Es más, si puedo me escapo y aprovecho para estar aquí unos días. Tenéis una ciudad estupenda.
E.P.: Lorenzo Silva, mil gracias por atendernos y te deseamos mucho éxito con tu nueva novela.
L.S.: Gracias a vosotros y ha sido un placer.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos-J.E.