Antonio Pla
Presidente de la Asociación de Vecinos de Patraix
Nos acercamos a otro día 3, otro mes que los integrantes de la Asociación de Víctimas del Metro 3-J saldrán a la calle a seguir exigiendo respuestas al mayor accidente de metro ocurrido en España, el 3 de julio de 2006 donde hubieron 43 muertos y 47 heridos, y donde iremos a apoyar la necesidad de que se abra una investigación para saber realmente qué pasó y exigir las responsabilidades que hasta ahora no se han tomado.
Hay que destacar que, aparte de la duda de que las medidas de seguridad fueran las adecuadas para haber evitado ese terrible accidente, después de seis años y dos meses hay declaraciones de especialistas que indican que era un accidente evitable. Después de todo ese sufrimiento hay algo más inhumano todavía por parte de quienes nos gobiernan: el no entrevistarse durante muchos años a las familias afectadas.
El anterior President de la Generalitat, Francisco Camps, se fue antes de recibirlos y al actual President, Alberto Fabra, sí los recibió, pero no atendió las peticiones de las familias. Una reunión protocolaria, una reunión más después de tanto tiempo reclamándola y nada más por parte del President ni de los que iban diciendo que los “llevaban en el corazón”.
Otras tragedias aún no se han resuelto y los familiares claman que las investigaciones vuelvan a retomarse ya que hay informes que contienen errores, como por ejemplo el accidente de avión de Spanair , que se estrelló en Barajas hace cuatro años, perdiendo la vida más de 154 personas y resultando heridas 18; cada año sus familias se reúnen para recordarlos, para reclamar que se reabra la investigación y con la esperanza de que la verdad al final terminará brillando.
La gran diferencia es que, a pesar, de las reivindicaciones de las familias en ambas tragedias, en los actos conmemorativos que realizan las familias del accidente de Spanair, cada año agradecen a los representantes del Gobierno Central la presencia en la ofrenda floral que realizan en la terminal dos de Barajas. Aquí en València ni están, ni se les espera… Esa es la gran diferencia.
VLCCiudad/Redacción