El pasado 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) más de 300 personas aprovecharon el día del año en que el Cementerio Británicode Valencia abre sus puertas al público para visitar este sitio de la historia valenciana.
Desde las 9:00 de la mañana comenzaron a llegar los primeros visitantes y sobre las 10:30 el recinto se encontró muy animado con la visita de vecinos, curiosos y personas que tras visitar y pasear por cementerio Municipal decidieron acercarte hasta el camposanto Británico.
También acudieron a la apertura del espacio profesionales de la prensa, miembros de la administración y representantes diplomáticos y algunos familiares de los allí enterrados.
El Libro de Visitas del cementerio recibió 105 firmas y comentarios como así también una pequeña contribución en donaciones que permitirá al Club Internacional de Mujeres de Valencia continuar con sus esfuerzos para salvar esta joya histórica de un mayor deterioro.
En este último mes algunas de las socias (Audrey Schultz (Australia), Kristiana Hembling (Bulgaria), Elaine Weckwerth (Canadá), Patricia Murray (Irlanda), Rissane Shytu (Ucrania), Maggi Kelly (Estados Unidos), además de Liz Frances, Sharon Chance, Celine Vaughan-Rees y Diana Clifton-Sewell, (todas del Reino Unido) han hecho un importante esfuerzo físico logrando una enorme limpieza del lugar para recibir a los visitantes.
En los últimos cuatro años el patio delantero, donde antes solo había tierra baldía, el Club plantó ‘El Jardín de Bonnie’, en memoria de una socia muy estimada. En la primavera, de este año dentro del recinto, se creó un ‘Jardín de la Memoria’, lugar dedicado y disponible para el entierro de las cenizas. Este último mes la Asociación recibió una generosa donación de Tracy Ibberson (dueña del Colegio Cambridge House Community College (Reino unido) que permitió comprar los materiales poder pintar la fachada, el porche y la capilla. Esta transformación atrajo a la multitud de personas cuando salían del Cementerio General que está enfrente.
Comentarios como “he visto este lugar durante años y pensé que estaba abandonado”, “yo quería entrar aquí, pero estaba siempre cerrado”, “¿es aquí donde fue enterrado Blasco Ibáñez por primera vez?” o “Este es el cementerio republicano, ¿verdad?” fueron contantes y repetidos por muchos visitantes.
Para el Comité del Club Internacional de Mujeres de Valencia (Marcela Mattenet Heskett, presidenta; Pamela Smith Berry, tesorera; y Diana Clifton-Sewell, secretaria; todas ellas del Reino Unido), fue un placer poder responder estas preguntas y contar al público un poco las historias sobre quiénes hoy residen y descansan en el cementerio. Pocos conocían que entre los sepultados hay personas de 21 nacionalidades, procedentes de distintas religiones (incluyendo el catolicismo), descansando uno al lado del otro en un entorno ajardinado.
La visita más conmovedora de aquel día fue la de un señor cuyo segundo apellido es Dart.
Desconocía que era descendiente de Joseph Dart, Cónsul Británico en Valencia a finales del siglo XIX, hombre clave en la fundación del Cementerio Británico.
Se le mostró el impresionante monumento al mismo y quedó bastante abrumado al contemplarlo.
El Sr. Dart y el Sr. Pedersen, Cónsul de Noruega en Valencia a finales del siglo XIX, hicieron mucho para ofrecer un lugar de descanso digno y bendecido para los ingenieros del norte de Europa que vinieron con sus familias a Valencia para contribuir en su desarrollo e industrialización.
Con la idea de informar, el Comité del Club Internacional de Mujeres de Valencia se ha propuesto buscar información de los residentes de este cementerio, con el fin de producir material informativo con sus historias. Por lo que sería muy lindo es que quien tenga un familiar enterrado en el Cementerio Británico haga llegar información de quiénes eran, su árbol genealógico o cualquier otra documentación familiar que permita conocer y contar su historia. Esto proporcionará un registro histórico fascinante, y en gran medida ayudará a los esfuerzos de la Asociación a mantener con cuidado este lugar de descanso de tantas variadas religiones y credos, que es un reflejo del pasado cultural de Valencia.