Ana Gironés,periodista
agirones@austriacomunicacion.es
La educación diferenciada es una opción pedagógica que muchos padres eligen para sus hijos y que cada vez tiene más adeptos en países como Reino Unido, Estados Unidos o Australia. En España, desgraciadamente solemos pasar de un extremo a otro con mucha facilidad, no sólo en este terreno sino en muchos otros. Y respecto a la educación segregada, se ha generado una corriente de opinión favorecida por muchos medios de comunicación –la mayoría- y por algunos partidos políticos basada en prejuicios y opiniones ‘interesadas’ que no tienen en cuenta los hechos, los resultados y los beneficios de esta opción pedagógica, ni la tendencia que existe en el resto del mundo, donde países con una larga tradición democrática, después de años de educación mixta, están apostando por la educación diferenciada porque aporta mejores resultados. Sin embargo, en España a este modelo de educación algunos sectores se empeñan en llamarlo despectivamente ‘educación discriminatoria’.
En defensa de la educación segregada voy a dar primero argumentos racionales, hechos y cifras. Y después argumentos no racionales.
Empezando por los primeros, destacar que:
- Estudios realizados por pedagogos y profesionales de la enseñanza destacan que el rendimiento escolar en la educación diferenciada es mayor, especialmente en los chicos.
- La madurez no se produce a la vez en los hombres que en las mujeres, las chicas maduran antes. Y las habilidades del lenguaje se desarrollan antes en las chicas, mientras que la memoria espacial madura antes en los chicos. Por ello se les debe exigir lo mismo y enseñar los mismos contenidos, pero el método y ‘los tiempos’ pueden ser diferentes.
- La crisis de la adolescencia, la llamada coloquialmente ‘edad del pavo’, puede repercutir negativamente en el rendimiento de los estudiantes y esto se da con mayor frecuencia cuando los chicos y chicas comparten clase.
- En Estados Unidos, después de 30 años de educación diferenciada han buscado nuevas fórmulas para afrontar la crisis del sistema educativo, los problemas de disciplina y el retraso de los chicos respecto a las chicas. Y desde 2002 se ha fomentado y defendido, especialmente por parte del Partido Demócrata, la educación diferenciada, no sólo en colegios privados, sino especialmente en los públicos.
- En Estados Unidos la educación diferenciada en centros públicos no ha dejado de crecer, se ha pasado de una docena en 2002 a más de 540 en la actualidad. Sólo el estado de Carolina del Sur cuenta con más de 100 centros de educación diferenciada.
- La gran defensora de la educación diferenciada en Estados Unidos es Hillary Clinton, quien en el año 2002, siendo senadora, elaboró una enmienda en la que apostaba por la educación diferenciada por equidad social: “Todos (también los alumnos de centros públicos) debían tener la posibilidad de elegir esta opción pedagógica”.
- En países como Irlanda –con un 40% de colegios de educación diferenciada- y Reino Unido nadie cuestiona ya el éxito de esta fórmula. La lista anual que recoge los 500 mejores colegios de Inglaterra muestra que más del 70% de los “top ten” de centros públicos son de educación diferenciada.
- La Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Enseñanza, amparan el modelo de educación separada, en auge en países como Gran Bretaña, Estados Unidos o Australia.
- El Parlamento Europeo, en un informe del 1 de abril de 2009, defendió la necesidad de la pluralidad educativa, respaldando la no mixta. Y en España, el Tribunal Supremo en sentencia de julio de 2008 determinó que: “No se puede asociar la enseñanza separada con la discriminación por razón de sexo”.
- Los padres tienen derecho a elegir libremente el modelo pedagógico que consideren mejor para sus hijos y no sentirse discriminados por elegir una u otra opción.
- La escuela diferenciada propone métodos de aprendizaje diversos para lograr la igualdad real de hombres y mujeres, no para atentar contra ella. Que no estudien en los mismos centros no significa que reciban contenidos distintos, o de inferior calidad.
- El gobierno del estado puede y debe establecer los requisitos necesarios para que los colegios se beneficien de ayudas económicas, pero éstos no deben ser arbitrarios, ni discriminar a los centros por el modelo pedagógico utilizado.
- El papel del estado no es ‘adoctrinar’, al contrario, debe dar libertad a los padres para elegir. ¿Por qué tienen tanto miedo a que se elija libremente?
- Si los datos, estudios y la tendencia creciente de estos centros en países como Reino Unido, EE.UU. o Australia demuestran que la educación diferenciada es un método pedagógico tan válido como la educación mixta, es decir si no hay argumentos pedagógicos ni científicos para ir en su contra, llegamos a la conclusión de que se trata de prejuicios y de ideas preconcebidas. Y que en el fondo, la educación diferenciada, es una excusa para ir contra los centros concertados de ideario católico que mantienen la educación separada. Como los resultados académicos son buenos (muchos de estos centros se encuentran en los primeros puestos en las calificaciones de selectivo y bachiller), no pueden utilizar el argumento de la calidad de la enseñanza.
Argumentos no racionales:
- Algunos expertos señalan que la mejor defensa de la educación diferenciada es, además de los buenos resultados académicos, el elevado grado de satisfacción de los padres que llevan a sus hijos a estos centros. “Que los padres estén contentos y satisfechos es la mejor prueba de que este método es bueno y funciona”.
- Por ello, el número de solicitudes para acceder a centros concertados de educación diferenciada crece cada año. Y muchos padres y madres jóvenes que estudiaron en estos centros han elegido para sus hijos el mismo modelo educativo.