El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recurrido ados figuras del histórico juicio político al exmandatario norteamericano Bill Clintonpor el caso Lewinski, para integrar el equipo legal que lo defenderá en suimpeachment.
Starr y Ray ya acapararon la atención de Estados Unidos en la década de los años 90 por poner al matrimonio Clinton contra las cuerdas. Primero, por el llamadocaso Whitewater, una fracasada inversión de bienes raíces relacionada con la quiebra de una caja de Ahorros en Arkansas que salpicaba al gobernador de ese estado y a su esposa Hillary.
Y también a finales de la década por el perjurio cometido por el entonces presidente Clinton por mentir, durante un discurso televisado, sobre las relaciones sexuales que mantuvo con una de sus becarias,Monica Lewinski.
Polémica defensa de Trump
Elimpeachmentllegó al Senado el pasado miércoles después de que la Cámara de Representantes designara a los sietemanagersy enviara el pliego de cargos a la Cámara Alta,perdiendo con ello el control del juicio político contra Trump.
Trump está acusado de presionar al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, para que abriese dos investigaciones: una sobre las supuestas corruptelas del precandidato demócrata Joe Biden y su hijo Hunter en el país europeo y otra sobre la desacreditada teoría de que fue Kiev quien interfirió en las elecciones presidenciales de 2016.
Además de los dos abogados, a la defensa de Trump también se suma Alan Dershowitz,un polémico profesor de Derecho Constitucional retiradoque cuenta entre sus antiguos clientes con la exestrella del fútbol americano O.J. Simpson, protagonista en los años 90 de un sonado juicio por el homicidio de su esposa, o el malogrado Jeffrey Epstein, muerto en extrañas circunstancias en su celda cuando esperaba ser procesado por pedofilia.
Ha sido el propio Dershowitz el queha confirmado su participación en la defensaa través de su cuenta de Twitter y ha aclarado que intervendrá en la fase de “argumentos orales” del proceso de destitución.
Dershowitzha defendido en todo momento su imparcialidady ha dicho que su deseo es “defender la integridad de la Constitución y prevenir la creación de un precedente constitucional peligroso”.
Además,ha asegurado no ser partidistae incluso ha reconocido que en las pasadas elecciones llegó a votar a la candidata al Partido Demócrata, Hillary Clinton, aunque en los últimos años se le ha visto en numerables ocasiones defendiendo a Trump.
De esta manera, los tres juristas se unen así a al equipo de defensa de Trump encabezado por el abogado general de la Casa Blanca Pat Cipollone y uno de los letrados personales del mandatario, Jay Sekulow.
Estos dos últimos serán los abogados principales de Trump y contarán tambiéncon la ayuda de otra abogada personal del mandatario, Jane Raskin, y de la exfiscal general de Florida Pam Bondi, que desde finales del año pasado ha sido el rostro de la operación mediática de la Casa Blanca contra el proceso.