Paco Varea
El fin de los retenes de la Policía Local en Valencia en plantas bajas de edificios tiene los días contados.
Ese fue el objetivo que se fijó, en su día, el tándem de políticos del consistorio local Juan Cotino– Miquel Domínguez, en su día concejal del cuerpo local y asesor, respectivamente.
Puede que sólo quede un año para ser una realidad. Hoy es Domínguez, como concejal del cuerpo local, quien culminará ese camino que, se quiera o no reconocer, beneficia a los agentes que prestan sus servicios, a la ciudad y a los ciudadanos. Domínguez cumple con su palabra.
El Gobierno Central, a Generalitat Valenciana y del propio consistorio , han sufragado unas obras que, hasta el momento, no han recibido críticas sino parabienes, o al menos los que más suelen hacerlas, las secciones sindicales, no lo han hecho.
Lo cierto es que en unos tiempos donde las palabras de los políticos se ponen día sí día no en tela de juicio reconocer que en ésta ocasión se cumple no está de más.
El penúltimo escalón de ese camino tuvo lugar con la puesta en marcha del retén de Tránsits, en un inmueble de nuevo cuño y con una fachada color Policía Local, azul oscuro.
El acto de inauguración congregó a responsables de las secciones sindicales, quienes durante tiempo y tiempo han puesto en tela de juicio, y con bastante acierto, las indebidas condiciones del antiguo retén, el de la calle Azucena, y donde no más allá de tres meses registró unas inundaciones.
Como indicó la alcaldesa, Rita Barberá, servirá para el trabajo de 140 agentes aunque la capacidad es de 220. Con esto queda dicho que ni incluso los agentes se creerán dónde están después de años de estar hacinados en sus vestuarios.
Queda pues el último eslabón que empezará a labrarse a finales de éste mes cuando se adjudiquen de nuevo las obras del retén conjunto de la Policía Local y los Bomberos en Ciutat Vella. Fue de los primeros en emprender el camino hace unos años siguiendo la estela del retén del Marítimo pero el concurso de acreedores de Cleop obligó a parar el proceso.
Pues señores cuando toca pues toca y, en ésta ocasión, el edil Miquel Domínguez, y, por ende, el ayuntamiento ha cumplido con su compromiso, y además incluido en el programa electoral, pero en estos tiempos en los cuales dudamos, y mucho, de la palabra de los políticos bueno es reconocer que se ha hecho lo estipulado.
Domínguez, en ésta ocasión, cumple y licito es reconocerlo como cuando no lo ha hecho y se le ha reprochado.