Delia Barral | Si la semana pasada os conté como el Partido Popular se hizo el harakiri en directo votando “NO” a la Moción de Censura de VOX, la que ha estirado la pata esta última de octubre es la democracia Española. Y como estamos en Todos los Santos, ruego a mis amigos lectores, que prendan una velita por aquella forma de gobierno por la que suspiraban nuestros mayores en el franquismo, a pesar de que los que lo vivieron y hoy sobreviven, aseguran que se vivía mucho mejor que ahora. Ellos sentían la necesidad de buscar la tan loada libertad política que finalmente les llegó de la mano del testamento del propio Franco y su albacea el Rey Don Juan Carlos, teniendo que contemplar hoy con estupor la conversión a pasos agigantados de esa democracia añorada en dictadura encubierta. Después de ver como socialistas y podemitas mangonean la judicatura y pretenden repartirse jueces a capricho, esta semana les ha tocado ver como el Parlamento aprueba un golpe de estado continuado de 6 meses sin control contra todo lo previsto en la Constitución, sin que nadie más que 52 valientes, a los que la mayoría de grupos parlamentarios ha puesto un cordón sanitario por alerta antifascista, haya defendido la democracia votando que “NO” a semejante atropello legislativo. Nos quieren callados y sumisos y solo queda VOX para defender la Constitución en España. La maldición de TutamFranco sigue haciendo mella.
Hordas de comunistas y separatistas de una república que no existe ni existirá y que entre todos no suman ni tres neuronas, han soltado bilis contra Felipe VI en las redes bajo el hastag #EcharaFelipeVI. A estos degenerados les gustaría ver en el trono de la república al Vice Moñas vestido de camarero con hombreras Locomía y zapatones de payaso o al Mulo de la Moncloa con faja y banda real. Imaginad como sería de morrocotudo el despilfarro de estos dos viendo que con la crisis que está azotando España no han tenido recato en destinar 50.000 euros a la lucha contra el rosa como color opresor de las niñas, o para gastar 750.000 euros invitando a los amiguetes de Pedro I a Doñana, y todo ello con dinero público, of course, que como todo el mundo sabe no es de nadie.
Es tarea imposible meter en la mollera de perroflautas and friends, que es indiscutiblemente más caro para el pueblo español mantener la república bananera de Pedro y Pablo, a seguir con la monarquía de Felipe VI, que arbitra de manera ejemplar las grandes diversidades que coexisten en España y es garante de la unidad nacional. Parafraseando a Alfonso Usía en su último artículo de la Gaceta de la Iberosfera, me permito lanzar un “Viva España libre, y Viva el Rey, si ustedes me lo permiten”, por ser el mejor embajador que tiene España, por ser el Jefe del Estado y Capitán General de los 3 Ejércitos y porque además tiene un fachón que ya quisieran otros países.
Al parecer las restricciones del coronavirus solo son para encerrar a los pobres y a la plebe, porque la clase política “Caviar-Cocaína-y-Don Perignon” se las saltó a la primera oportunidad que tuvo de alardear de su poder y practicar postureo en el Photocall de la vergüenza de la fiesta de PedroJota. Con nocturnidad, alevosía y sin mascarilla, era fundamental que Judas Casado, Teodoro de Murcia, Lola la del Balta, Inés del alma mía y Cuca -¿Quién es Cuca?- vestida para la ocasión con unos ropajes sobrenaturales, acudieran a la entrega de premios de “Lo Español”, contando con la dispensa papal de Illa de estar libres de contagiarse y contagiar, porque eso del coronavirus solo incumbe al populacho, al que el ministro de Sanidad reprocha de irresponsable y causante de contagios, muertes y toque de queda, al que Sánchez, usando la neolengua que anestesia el cerebro de la borregada, rebautiza con el eufemismo “restricción de la movilidad nocturna” apelando a aquello de que las armas son las letras.
“Los borbones a los tiburones” decía la Marquesa de Galapagar, “Arderéis como en el 36” gritaba Rita Maestre mancillando la capilla de la Complutense, y para rematar el asunto, Iglesias esgrimió en sus redes que se emocionaba viendo patear la cabeza de un policía y que disfrutaría viendo como mataban a tiros a los líderes de la derecha. Todo muy agradable oiga. Tirando de hemeroteca se podría escribir un libro con una prolija recopilación de ultrajes que los morados han vomitado en las redes a lo largo de su andadura política, a la que esta semana han dado el colofón sacando adelante una mordaza comunista que elimina, sin pasar por la vía judicial, los mensajes que ellos consideran de odio, para tener patente de corso en la diatriba del insulto y la mentira, de la que por descontado ellos quedarán impunes.
Paradójicamente, se puede enaltecer a ETA, pero no se puede llamar “Marqueses de Galapagar” a Iglesias y a Montero. Se retira de las actas del Congreso “Hijo de terrorista” con el que Álvarez de Toledo increpó a Iglesias y “Marqués de Galapagar” a petición del abogado de las FARC y camarada Enrique Santiago, pero lo de llamar fascistas, xenófobos, y machistas a VOX, figurará en todas las actas In sécula seculórum. La dictadura avanza en España a pasos agigantados y ha venido para quedarse.