Carolina Marín es actual número 1 y campeona del mundo y lo es por algo. A la jugadora española le ha costado llegar a la cima del bádminton y no va a soltar el cetro con facilidad. Marín ha revalidado este domingo el título que obtuvo el año pasado en Copenhague. Lo ha hecho yendo de menos a más frente a la jugadora india Saina Nehwal, que se deshizo en semifinales de Lindaweni Fanetri. La jugadora india salió muy centrada y obligó a Marín a ponerse las pilas para reducir su parcial en contra. Poco a poco, Marín fue sintiéndose cómoda en la pista hasta que consiguió llevarse el primer parcial por un holgado 21-16.
El segundo parcial comenzó con la misma tónica, pequeñas ventajas para Nehwal que Marín reducía antes de que la jugadora de India se escapase en el marcador. El punto de inflexión del segundo set llegó con empate a 18. En ese momento, en esos puntos que deciden partidos y campeonatos, la onubense se mostró tranquila y se llevó tres de los cuatro puntos siguientes alzándose con el título, su segundo campeonato mundial consecutivo. Poco más de una hora para revalidar un campeonato que hace no mucho parecía imposible. Marín es historia del bádminton, la primera jugadora no asiática en conseguir ser campeona del mundo. Ahora que intenten bajarla de ahí, si pueden.