Javier Gázquez
Experto en marketing online
Hoy en día, debido a la evolución de las páginas web y, sobre todo, de los comercios online debido a los requerimientos de Google, no todo ha de cuantificarse según el número de visitas. De hecho, por muchas visitas que tenga un portal, si no generan ingresos, no tienen utilidad ni aportan rentabilidad. En este sentido, hay muchos conceptos provenientes del marketing tradicional que se puede extrapolar al universo virtual para lograr beneficios en un comercio online. Uno de ellos es AIDA y vamos a centrarnos en él.
La palabra AIDA procede de un acrónimo que forman cuatro palabras anglosajonas. Estas son Attention, Interest, Desire y Action o, lo que es lo mismo, Atención, Interés, Deseo y Acción. Dicho esto, podemos afirmar que este concepto tiene una relación directa con los efectos que provoca un mensaje publicitario en el público de forma secuencia. A pesar de que se trata de un término creado hace más de cien años sigue siendo aplicado en estos momentos como estrategia de marketing por multitud de tiendas online como, por ejemplo, esta web que puedes ver aquí y que gracias a este tipo de estrategias han aumentado su conversión en internet.
En resumidas cuentas, según este concepto un comercio online ha de capturar la atención de un cliente potencial para, posteriormente, hacer que se interese por su producto y, finalmente, lo compre. A continuación, vamos a realizar una adaptación de cada una de las fases teniendo en cuenta su aplicación a los negocios virtuales.
1. Atención. este término hay que relacionarlo directamente con el número de visitas de la tienda online pues si una web tiene un tráfico alto de visitantes quiere decir que los usuarios han encontrado algo en ella que llama su atención. Las formas más frecuentes de acceder a un portal suelen ser los buscadores, las redes sociales y los banners publicitarios.
2. Interés. Llega el momento de valorar la calidad de las visitas. Esto puede hacerse sabiendo el tiempo que un internauta permanece en un portal y si ha consultado, por ejemplo, algunas ofertas en concreto. Evidentemente, cuanto más tiempo pase navegando en una web, más interés se podrá deducir que tiene.
3. Deseo. Si el usuario solicita más información, se apunta a una newsletter o añade un producto al carrito aunque después no lo compre, se puede decir que está mostrado deseo y que, por tanto, se encuentra en una situación muy cercana al acto de comprar.
4. Acción. Es la variable más fácil de medir de todas ya que se trata del momento en que un usuario adquiere el producto o servicio de una tienda online. Basta con consultar el historial de compras de la web para cuantificarla.