Indonesia ejecutó este sábado a seis condenados por narcotráfico, entre ellos al brasileñoMarco Archer Cardoso Moreira, y a otros extranjeros de Holanda, Vietnam, Malaui y Nigeria, informó un vocero de la fiscalía general.
De acuerdo con la misma fuente, todos los acusados fueron fusilados.
El caso de Cardoso Moreira, tuvo eco en la prensa brasileña en las últimas semanas, cuando la justicia de indonesia finalmente confirmó que su ejecución sería esta fin de semana.
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, hizo un pedido de clemencia a su par del país del sudeste asiático, como también lo hizo la organización humanitaria Amnistía Internacional(AI). Ambas peticiones fueron descartadas por el gobierno indonesio.
Cuando en horas de la tarde del sábado se supo del fusilamiento, Rousseff expresó a través de la red social Twitter: “Sin desconocer la gravedad de los crímenes que llevaron a la condena de Archer y respectando la soberanía de Indonesia hice un pedido humanitario“. En otro mensaje, la mandataria lamentó que su pedido no haya sido escuchado.
Marco Archer Cardoso Moreira, de 53 años, fue condenado en 2004, después de que intentó ingresar a Indonesia con la droga escondida en los tubos de un ala delta o planeador.
“ESTO ENVIARÁ UN MENSAJE A LOS MIEMBROS DE GRUPOS NARCOTRAFICANTES”
Según el diario Folha de Sao Paulo, Cardoso Moreira fue trasladado la semana pasada desde una prisión a 400 kilómetros de Yacarta a otra unidad penitenciaria donde finalmente fue fusilado. En ese entonces, su abogado, Utomo Karin, había dicho que su cliente se encontraba en“estado de shock”.
“Esto enviará un mensaje a los miembros de grupos narcotraficantes, no hay piedad para los vendedores y traficantes de drogas”, dijo el fiscal general de Indonesia a periodistas.
La legislación indonesia en materia de narcotráfico es una de las más severas del mundo. Se trata de un delito castigado con la pena de muerte o la prisión perpetua, y que goza de gran aceptación popular en el país.