Luego de que los asistentes al festival de música Glastonbury, Inglaterra, hicieran una petición en línea para que Kanye West no asistiera al aclamado evento, el controversial músico decidió generar más polémicas entre los presentes.
“Kanye West es un insulto para los fanáticos de la música alrededor del mundo”, decia la campaña, que en tan sólo 24 horas logró conseguir más de 14 mil seguidores, y que buscaba reemplazar al artista por una banda de rock.
Si bien la petición no logró su objetivo, West se las ingenió para satisfacer las ansias rockeras del público (o provocarlos), interpretando por unos segundos la famosa canción de Queen “Bohemian Rhapsody”.
Más adelante en el show, West gritó a la audiencia “Están viendo a la más grande estrella de rock viviente sobre el planeta”, palabras que generaron aún más críticas entre los cibernautas.
En tanto, la subida del comediante local Lee Nelson, quien logró evadir a la seguridad y aparecer en el escenario, fue otro de los eventos inesperados en el show del artista, quien demoró sólo segundos en pedir que lo sacaran.
Según informó el diario El País, Nelsón dijo que lo hizo con el fin de vengarse por lo que le hizo West a Taylor Swift en 2009, cuando interrumpió el discurso de la cantante en los Premios MTV.
Sin embargo, no todo el espectáculo del rapero fue malo. De acuerdo a información entregada por The Guardian, el show contó con la participación de Justin Vernon (Bon Iver) y según la BBC, la gente del público disfrutó el concierto, aunque algunos se quejaron de que no interpretó suficiente material de sus antiguos temas.