Mientras administraciones y partidos políticos se echan la culpa entre sí, el Museo de Bellas Artes San Pío V sigue sin recibir el comienzo de las obras que permitan salvar una de las joyas arquitectónicas, históricas y artísticas de nuestra ciudad. Y cada día que pasa, el deterioro de su fachada es más evidente y, por ende, desolador y doloroso.
El pasado jueves, parte de la cornisa superior de la fachada, en su extremo izquierdo, junto a la puerta principal del edificio, se desprendió y cayó al suelo. La suerte quiso que el accidente se produjera de madrugada y no hubiera que lamentar daños personales, pero no tardó el Consell en tomar medidas y colocar una cubierta que protegiera a los viandantes de más posibles desprendimientos.
Lugar en el que cayeron los cascotes el pasado jueves, hoy domingo ocupado por la bicicleta de un visitante del Museo.
La fachada, con una cubierta protectora para visitantes del Museo y peatones.
Sea como fuera, mientras tanto la cara que nos ofrece la fachada del Museo de Bellas Artes deja poco lugar al optimismo y mucho más a la urgencia de comenzar las obras cuanto antes, mejor.
Y es que no es la cornisa el único elemento de la fachada que muestra un evidente y peligroso deterioro.
VLC Noticias | Javier Furió