Khin Khin Oo fue intercambiada por unos u$s1.300 a una pareja china que buscaba adoptar un hijo. El dinero fue usado por su padre para comprar heroína
Mil trescientes dólares es el precio de una niña birmana de cuatro años en el enorme mercado de tráfico humano chino.
O al menos es el precio por el que fue vendida Khin Khin Oo, de acuerdo con el crudo relato de su abuela, Ma Shan, quien ha decidido difundir la estremecedora historia de su familia.
Según un artículo de la BBC Mundo, Ma Shuan abrió las puertas de su pequeña casa de bambú para contar la historia de su familia: la de su hijo, adicto a la heroína, la de su nieta, vendida a una pareja china que buscaba adoptar, y la suya propia, dispuesta a cualquier cosa para recuperar a la pequeña.
Cuando habían pasado cuatro días desde que su hijo se llevó de su casa a su pequeña hija de sólo cuatro años, a quien Ma Shuan había criado desde que nació, era de suponer que algo andaba mal.
Con la ayuda de otro anciano de su pueblo, la mujer comenzó a investigar a su hijo y rápidamente descubrió que estaba en problemas financieros.
“HABÍA PERDIDO TODO SU DINERO JUGANDO A LAS CARTAS”
“Había perdido todo su dinero jugando a las cartas”, se lamentó la anciana, quien ya conocía los problemas de adicción que su hijo varón tenía con la heroína.
Sin embargo, se dio cuenta de que si quería recuperar a su nieta, no tenía otra opción que acudir a la policía birmana.
En algunos días, los agentes dieron con su hijo, quien confesó que con la ayuda de una mujer de una localidad vecina, había logrado vender a su hija a un traficante chino por el equivalente a mil trescientos dólares.
La policía siguió el rastro a la ciudad china de Ruili, donde descubrieron que Khin Khin Oo había sido nuevamente vendida, esta vez por dos mil dólares, a una pareja sin hijos que quería adoptar.
Una operación conjunta de las fuerzas policiales brimanas y chinas logró rescatar a Khin Khin Oo, quien volvió con su abuela. Sin embargo, semanas más tardes, la anciana decidió enviar a Khin Khin Oo a China con una tía, al temer por la seguridad de la niña.
De acuerdo con la BBC Mundo, la región fronteriza entre Birmania y China es más conocida por traficar mujeres jóvenes que niños pequeños.