La moción en la que Eusebio Monzón, en nombre del Grupo Popular, solicitaba el apoyo del Pleno a la figura de la prisión permanente revisable, cuya revocación han solicitado todos los grupos políticos representados en el Congreso de los Diputados, a excepción del propio Partido Popular, ha sido rechazada por los concejales y concejalas del Govern de la Nau con la abstención de los del Grupo Ciudadanos.
Aunque el defensor de la propuesta, Eusebio Monzó, ha esgrimido que “pensamos que no tiene sentido su supresión porque es un instrumento útil que tienen muchos países de nuestro entorno, y por eso pretendemos que se mantenga en el ordenamiento jurídico español para casos de extrema gravedad”, el resto de los intervinientes se han mostrado contrario a la permanencia de la prisión permanente revisable en el ordenamiento jurídico. “Si es permanente es inhumana, y si es revisable es imprecisa”, ha afirmado Fernando Giner, portavoz de Ciudadanos, poco antes de que Sandra Gómez calificase la moción de “oportunista, populista y presentada para sacar rentabilidad política de un caso que ocupa todos los informativos.”
Monzó ha esgrimido la puntualidad de su aplicación “solamente para autores de crímenes graves que no demuestren la voluntad de reintegrarse. No es una pena definitiva. Se trata de mantener una respuesta contundente en casos de gravedad especial que cuenta con el respaldo mayoritario de la sociedad española”.
Fernando Giner ha recordado que está recurrida en el Tribunal Constitucional y se está a la espera de que dicho órgano se pronuncie al respecto, y también que su grupo apoya la derogación. “Nuestra propuesta es garantizar el cumplimiento íntegro y efectivo de las penas en casos de especial gravedad y que atenten contra la dignidad humana”.
Sandra Gómez, en representación del Govern de la Nau, ha calificado de “barbaridades jurídicas” algunos de los argumentos de la moción. “Nosotros no nos vamos a aprovechar del dolor para sacar rentabilidad política. Ustedes sí, y eso les está posicionando en el bloque anti constitucionalista. No podemos legislar basándonos en la alarma social”. Ha añadido que esa figura “pretende que los presos se conviertan en muertos vivientes, cuando la cárcel debe servir para la reinserción y la reeducación”. En su opinión, la presión permanente y revisable “atenta contra la dignidad de las personas, y la demanda y la presión social no son un argumento. Para eso estamos los constitucionalistas y los demócratas: para garantizar los derechos de las minorías frente a las mayorías”.