Juan Gabriel Cotino Ferrer. President de Les Corts Valencianes
Concejal de la Policía Local de Valencia, 1991 1996
Antes de los años noventa, el sistema tradicional de la policía tras incorporarse el coche patrulla se basaba en la actuación como respuesta a las llamadas del 091 cuando ocurría algo. Este modelo de “acuartelamiento” no era, a mi entender, el más adecuado ni el que los ciudadanos esperaban de su policía local.
Los vecinos pagamos a través de nuestros impuestos un servicio policial para que no nos ocurra nada. Por eso entendía que la actuación debía basarse en una policía preventiva. La prevención es el eje esencial para muchas cosas: prevenir una enfermedad, por ejemplo, es siempre mejor que curarla. De igual manera, prevenir un delito es mejor que detener al que lo ha cometido. Lo importante es prevenir, evitar que el delito no ocurra.
Era necesaria una revisión del sistema, por eso en aquél momento, 1991, estudiamos distintos modelos de nuestro entorno: Francia, Inglaterra, incluso en Estados Unidos y Canadá.
Tras analizar varias experiencias, nos inclinamos por el modelo policial de Manchester donde pudimos comprobar cómo se realizaban los servicios policiales en una ciudad de una población muy similar a la de Valencia y su área metropolitana. Adecuamos ese modelo a nuestra tierra, a Valencia, a través de lo que se llamó la policía de barrio que es lo que llevaban a cabo en Inglaterra los “bobbies”. Incluso se desplazaron hasta Valencia policías de Manchester para ayudarnos a implantar el modelo.
El objetivo último no era otro que los policías que ejercían en el barrio conocieran a la gente de la zona que él tenía que ayudar y proteger. Y, a ser posible, que los propios vecinos, los tenderos, las asociaciones del barrio o los profesores del colegio les pudieran conocer hasta por su propio nombre. Este fue le eje del cambio de filosofía fundamental.
Para que esto fuera posible también era necesaria una descentralización de lo que venía llamándose “retenes policiales”. Conseguimos instalar un retén en cada uno de los distritos de la ciudad.
También fuimos pioneros en implantar un modelo de “renting” para los vehículos policiales, lo que conllevó el cierre de talleres policiales y que los policías se dedicaran a estar más en la calle.
Estas iniciativas tuvieron un notable éxito, lo que provocó que otras ciudades de España “exportaran” el modelo y también lo aplicaran en sus calles. Incluso más adelante, cuando tuve la responsabilidad de ser director general de la Policía, trasladamos esta misma idea al Cuerpo Nacional de Policía creando lo que vinimos a llamar Policía de proximidad.
Fueron cinco años (1991-96) de experiencias muy positivas al frente del departamento responsable de la seguridad en el que pusimos las bases de lo que hoy es, sin duda, uno de los mejores cuerpos policiales de la administración local de toda España.
VLC Ciudad.