El primer bongo nacido en Valencia es un macho. El parto sin complicaciones se ha producido tras un periodo de gestación de 9 meses. Ahora está en plena lactancia, pero a partir de la tercera semana empezará a incorporar sólidos progresivamente a su dieta, hasta destetarse completamente a los seis meses. Alcanzará la madurez sexual a los dos años de vida, y a partir de ese momento se convertirá en reproductor de un nuevo grupo en otro zoológico, dentro del importante programa de cría en cautividad que se lleva en Europa para esta especie.
El bongo oriental (Tragelaphus euryceros isaaci) es una subespecie considerada “en peligro crítico” ya que quedan menos de un centenar de ejemplares en estado silvestre, repartidos en 4 poblaciones aisladas. Por suerte, las poblaciones de este antílope en zoológicos europeos y norteamericanos, sujeta a sendos programas de reproducción, es de unos 500 ejemplares, y se convierte hoy por hoy en la garantía más sólida para su supervivencia.
El bongo oriental es el mayor de antílopes forestales africanos, y uno de los más hermosos. Su coloración castaño-rojiza, con manchas blancas y negras en cara y extremidades, y un rayado blanco en los flancos, le hacen muy atractivo a los ojos de los visitantes de Bioparc. Sin embargo en el claroscuro del bosque ecuatorial las marcas de su pelaje constituyen un excelente camuflaje.
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