Londres, Nueva York, Tokio y Hong Kong son algunas de las ciudades que podrían quedar sumergidas bajo el mar si el mundo quema todas las reservas disponibles de combustibles fósiles, alerta un nuevo informe de ecologistas internacionales.
Las emisiones de carbono emitidas por el carbón, el petróleo y el gas podrían fomentar el calentamiento global hasta el punto de que prácticamente toda la capa de hielo de la Antártida se derrita, provocando la subida de hasta 60 metros del nivel del mar e inundando las casas de más de mil millones de personas en todo el mundo, señala un grupo de investigadores en un nuevo estudio publicado en la revista ‘Science Advances’.
La mayor parte de la atención en la capa de hielo de la Antártida ha estado en el oeste, donde la fusión es mucho más avanzada. Esta es la primera investigación para analizar el impacto ambiental de la quema de combustibles fósiles.
“La capa de hielo de la Antártida occidental podría haber entrado en una fase de pérdida imparable. Pero si queremos mantener a ciudades como Tokio, Hong Kong, Shanghái, Calcuta, Hamburgo y Nueva York como futuro patrimonio, tenemos que evitar llegar a un punto crítico en la Antártida”, advirtió el profesor Anders Levermann, del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.
La científica Ricarda Winkelmann, del mismo organismo, señala que para detener el derretimiento de hielo de la Antártida es necesario mantener el carbón, el gas y el petróleo bajo tierra, ya que “el riesgo a largo plazo aumenta con cada décima de grado de calentamiento adicional”, urgió.