Los líderes de la Unión Europea (UE) han llegado a un acuerdo sobre inmigración que contempla lacreación “voluntaria” en los Estados miembros de centros “controlados”para separar a los refugiados, con derecho a permanecer en los Veintiocho, de los inmigrantes económicos, que serán devueltos a sus países de origen.
Las conclusiones adoptadas tras la primera jornada de la reunión del Consejo Europeo en Bruselas recomiendan así mismo “explorar” la creación de “plataformas de desembarco regional” en países terceros y contemplan dar másapoyo financiero para los países receptores de migrantes en el sur de Europa, entre ellos España, o de tránsito en el Norte de África, en especial Marruecos.
La voluntariedad de la creación de estos “centros controlados” así como la falta de concreción en otros aspectos, es una muestra de la dificultad de un acuerdo que intenta contentar a todos y que ha llegado trasmás de trece horas de difícil negociación.Italia vetó cualquier tipo de conclusioneshasta que se llegara a algún acuerdo sobre inmigración, mientras los países del Este insistían en su oposición a la reubicación y al movimiento de migrantes dentro de la UE.
“Procesamiento rápido y seguro” de las personas migrantes
“En el territorio de la UE, quienes son salvados (del mar), de acuerdo con el Derecho Internacional, deben ser atendidos, sobre la base de un esfuerzo conjunto, mediante su traspaso acentros controlados establecidos en Estados miembros, solo de forma voluntaria, donde un procesamiento rápido y seguro permitiría, con total apoyo de la UE,distinguir entre irregulares y refugiados“, dicen las conclusiones.
Lareubicación posterior de los refugiados en otros países tambíen será “voluntaria”.Continúa vigente el reglamento de Dublín, que establece que debe hacerse cargo el país en el que la persona haya solicitado por primera vez el asilo, tal y como prefieren los países del
Este, aunque se aboga por alcanzar un “consenso” para su reforma.
Sobre losmovimientos secundarios, aquellos que se realizan desde un estado miembro de llegada a otro, el acuerdo asegura que “ponen en riesgo la integridad del Sistema Común Europea de Asilo y el Tratado deSchengen“, y por ello exige a los países tomar medidas legislativas y administrativas para frenarlos.
El Consejo Europeo también pide al Consejo de la UE y a la Comisión “explorar rápidamente el concepto de las plataformas de desembarco regional,en estrecha cooperación con países terceros relevantes, así como con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones”.
El texto advierte así mismo a lasONG que operan en el Mediterráneoque“deben respetar las leyes aplicables y no obstruir las operaciones de los guardacostas libios”. Se respalda así la postura de Italia, que en los últimos días ha impedido a varios barcos rescatar a los migrantes en el mar, y prefiere que regresen a Libia.
Además, los Veintiocho piden esfuerzos adicionales para implementar el acuerdo migratorio con Turquía y se comprometen a transferir 500 millones de euros al fondo fiduciario de la UE para África e instan a los países a realizar aportaciones adicionales.
El texto de las conclusiones advierte que la gestión “comprensiva” de las migraciones es un “reto” para toda Europa, a pesar de que el número de llegadas ha caído un 95% respecto al peor momento de la crisis de refugiados, en octubre de 2015.
Conte: “Quien llega a Italia llega a Europa”
“Italia ya no está sola. El primer punto de las conclusiones afirma que quien llega a Italia llega a Europa”, ha dicho el primer ministro italiano,Giuseppe Conte, quien durante horas vetó cualquier otro acuerdo en la cumbre si antes no se llegaba a un entendimiento en inmigración.
“En Europa solo se podrán crear, por los países que quieran, puntos de desembarco, pero de forma voluntaria”, ha dejado claro Conte, quien ha destacado que en el primer punto del acuerdo alcanzado por los Veintiocho se establece que la regulación de la inmigración debe tener un enfoque “integrado y coordinado”.
Matteo Salvini, ministro de Interior italiano y líder de la xenófoba Liga, se ha declarado“satisfecho” y “orgulloso”por el resultado.
“Es el fruto de un trabajo conjunto y es la cooperación europea la que lo ha conseguido frente a la opción de un ‘no acuerdo’ o de decisiones nacionales, lo que no habrían sido ni eficaz ni sostenible”, ha agregado Macron.
“Europa podrá vivir mucho tiempo con presiones migratorias que vendrán de países en crisis, de países pobres. No somos un isla. Debemos ser capaces de hacer frente a esos desafíos siendo fieles a nuestros valores y protegiendo nuestros pueblos y la cohesión nacional”, ha concluído Macron.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reconocido que “no es el mejor acuerdo“, pero ha destacado como una “buena noticia” que la UE vaya a destinar más recursos económicos a los países receptores y de tránsito,entre ellos España y Marruecos.
Frente a estas muestras de satisfacción, la canciller alemanaAngela Merkelha reconocido que el bloque europeo tiene por delante aún “un montón de trabajo que hacerpara acercar los diferentes puntos de vista”. Merkel necesitaba también algún tipo de acuerdo para satisfacer a sus socios de la CSU, pero está por ver si el que se ha alcanzado es suficiente. De momento, un alto dirigente político de los conservadores bávaros ha calificado el compromiso de “señal positiva”.