Miguel Légor.
De unos años acá han proliferado los libros sobre Valencia pero en la recién pasada Navidad me obsequiaron con uno peculiar, La Valencia del Padre Tosca, que ha editado Samaruc y ha sido el producto de trocear en 118 partes el plano que en 1704 dibujó Tomás Vicente Tosca Mascó (Valencia 1651-1723) y pasó a grabado José Fortea, documentar cada parte con una imagen actual, y añadirle como aportación identitaria textos tomados de la Guía de Forasteros de 1849 del cronista Vicente Boix o del Resumen Historial de la Ciudad de Valencia de Pascual Escaplés de Guilló.
Julio Cob, autor del libro, manifiesta en él que se ha respetado la ortografía original de los historiadores Boix y Esclapés, y el contenido “es un recorrido por los mismos lugares que transitó Tomás Vicente Tosca, pisando tierra y barro, a principios del siglo XVIII, y ahora, nosotros, lo descubrimos paseando sobre asfalto y por las aceras”.
Pablo Cisneros Álvarez, destaca en su prólogo la figura plural y renovadora, a la altura de la ilustración europea, de Tosca, así como la entusiasta perseverancia del autor con la temática elegida.
El paseo histórico por Valencia está precedido por la introducción donde Cob pormenoriza la vida y obras de Tomás Vicente Tosca y Mascó, popularmente conocido como El Capellá de Les Ralletes, ya que sus conciudadanos lo veían siempre con lápiz y papel dibujando o tomando notas, comenta los planos realizados por otros autores y compara las aportaciones de cada uno.