La mojiganga es un espectáculo en la que se mezcla el entremés, la danza y la música. Una especie de teatro callejero ofrecido por actores ambulantes como danzantes carnavalescos. En tierras valencianas arraigaron estas representaciones y como huellas permanecen antiguas danzas en Titaguas (Mojiganga) y Algemesí (Muixeranga).
En el llamado toreo bufo participaban esperpénticos personajes convertidos en lidiadores.
Otros géneros de la mojiganga fueron los espectáculos ofrecidos en las plazas de toros. En el llamado toreo bufo participaban esperpénticos personajes convertidos en lidiadores. Pantomimas cómicas de gran arraigo valenciano que convertían en parodia lo serio y lo trascendental.
En marzo de 1893, coincidiendo con las fallas de San José, en la plaza de toros de Valencia, tuvieron lugar unas extraordinarias pantomimas. Con el título de mojigangas se presentaba Tancredo López Martín “Don Tancredo” (Valencia, 1862-1923), popular personaje vestido y pintado de blanco, permanecía inmóvil como estatua en un pedestal ante un desconcertado toro embolado. Don Tancredo o El “Hipnotizador” como también le llamaban, murió en el Hospital General de Valencia en la más absoluta miseria.
En marzo de 1893, coincidiendo con las fallas de San José, en la plaza de toros de Valencia, tuvieron lugar unas extraordinarias pantomimas.
Dos banderilleros de esta esperpéntica corrida fueron “El Hombre Hierba”, un artista forrado de hojarasca, junto a “El hombre cesta”. Aparecía entonces “Don Elástico” un gigantón (utilizaba zancos) con levita y sombrero de copa que ante el toro se hallaba un poco más indefenso que sus compañeros.
Otros participantes eran: “El médico y el enfermo” con el célebre “Doctor Gandul”, “El enano de tres pies”, “Los indios bravos” o “El picador en burro”. Para diversión popular se soltaba una vaca que los espectadores podían lidiar. Todo por un real de peseta.
El título “Charlotada” nació a principios del siglo XX de la mano de Rafael Dutrús “Llapisera”.
Pablo Celís sería el creador de “El Bombero Torero”, iniciador de una saga de artistas. El título “Charlotada” nació a principios del siglo XX de la mano de Rafael Dutrús “Llapisera” (Cheste 1892-Valencia 1960). En su espectáculo incorporaba otros personajes como “Charlot” y “El Botones”. Dutrús fue el creador, en 1931, de “La Banda del Empastre”, conjunto que ofrecía el carácter musical a estas funciones. Y el recuerdo para Ángel Villaverde “Don Canuto”, “gran torero” integrante de esta banda. Los “Enanitos Toreros” surgieron después.
A principios del siglo XX se vieron personajes foráneos como “Raku y el Sansón Moderno”, “Las bailarinas Toreras” o un hilarante “Marqués de Caravaca”.
El carácter burlesco-satírico de estas representaciones casi ha desaparecido de los ruedos. Hoy, desgraciadamente, tan sólo se contemplan espectáculos “serios” salpicados de sangre, rabo y oreja.
(Nota) A. P. R. S. : Archivo Privado de Rafael Solaz.