La sesión de entrenamiento del programa “One Team” que se ha desarrollado en el Colegio Público Francisco Giner de los Ríos de Valencia ha contado en la tarde de hoy con dos refuerzos muy especiales, los jugadores del Valencia Serhiy Lishchuk y Sam Van Rossom.
Los dos jugadores han sido designados como embajadores de ‘One Team‘, el programa de responsabilidad social de la Euroleague Basketball, y esta tarde se han integrado como si fueran dos niños más en el séptimo entrenamiento del total de doce que tiene el programa que se está desarrollando.
Desde el pasado 24 de febrero, Valencia Basket trabaja en colaboración con la Fundación ANAR aplicando en este centro educativo el programa de entrenamiento de “One Team” con el fin de fomentar entre los más jóvenes valores de integración social. Durante estas sesiones, los coaches están trabajando con una treintena de niños de entre 10 y 12 años.
Tras presentarse a los chavales, Lishchuk y Van Rossom han realizado bajo la supervisión de los coaches varios ejercicios junto a los niños. En primer lugar, una carrera de relevos por grupos haciendo zigzag en los conos para acabar recogiendo unas tarjetas con letras. Con ellas los participantes se han reunido en grupo para reflexionar sobre las palabras y los valores que podían formar con ellas. Después han realizado algunos mates y han aupado a los pequeños para que pudieran vivir la sensación de realizar “su primer mate”.
A la conclusión de los ejercicios, los dos jugadores taronja han firmado junto a los niños un balón que quedará como recuerdo en el centro educativo y los pequeños le han impuesto a Van Rossom y Lishchuk unas bandas en las que podía leerse “Embajador One Team” en agradecimiento a su presencia. Y como broche de oro, se ha cerrado esta divertida tarde con una foto de familia.
El segundo capitán de Valencia Basket, Serhiy Lishchuk, señalaba tras la sesión que “he disfrutado mucho, me gusta mucho hacer estas actividades con los chicos. En Ucrania ha tenido alguna experiencia parecida y me gusta trabajar con los niños. Espero que haya sido importante para ellos, porque lo es para mí. Como hombres de baloncesto que somos tenemos que intentar ayudar a todos los sitios donde se nos pueda necesitar”.
Por su parte, el base Sam Van Rossom ha señalado que “ha sido una experiencia muy buena, los niños siempre dan mucha alegría y hemos disfrutado mucho compartiendo esta tarde con ellos. Siempre es muy divertido venir a un colegio y jugar un poco con los niños, espero que ellos también se lo hayan pasado bien y disfruten jugando al baloncesto”.
VLC Noticias | Redacción. Fotos: Valencia Basket/Amparo Simó