Zascas como el “A ver… Superman” que Abascal lanzó al tontolaba de Rufián en la fallida pero valiente moción de censura al Gobierno, o el “mira milhouse” que Ortega Smith espetó en twitter a Errejón, hacen que nos reconciliemos con la dignidad. Parece un poco fuerte lo que estoy diciendo y no me cabe duda que algunos pensarán que estas prácticas de los líderes de Vox pueden resultar ofensivas dado la cantidad de ofendiditos que pululan por España y que ante cualquier tontada coloquial, piropo o chiste de peor o mejor gusto, te tachan de racista, machista, homófobo, animalófobo y demás pecados estigmatizadores que provocan que cada vez tengamos más miedo de hablar o pisar ese terreno cada día más resbaladizo en que se ha convertido nuestro territorio, optando, por cansancio o miedo, a cerrar el pico y dedicarnos a otra cosa, mariposa.
Si nadie hubiera enfrentado a Errejón cuando llamó bravucón a Ortega Smith por mostrar su reprobación a un grupo de mujeres magrebíes que se manifestaba frente al Ayuntamiento de Madrid reivindicando su derecho a okupar viviendas y a que papá Estado les regale la luz, éste se saldría con la suya generalizándose la opinión entre las mayorías de que esas mujeres oprimidas e indefensas tienen todo el derecho del mundo a saltarse la Ley, considerando que Javier Ortega Smith ha cometido la fechoría de ofenderlas debiendo ser humillado públicamente con la ayuda, como no, de una cómplice y mercenaria prensa al servicio de un gobierno neo marxista cuyo objetivo último es que el pueblo no sepa diferenciar entre la verdad y el engaño, y que son capaces de perseguir, bajo censura penal, a todo aquel que se exprese en libertad y ellos digan que miente.
El sentido común y sobre todo la legalidad, nos dice que a los inmigrantes se les debe tratar con los mismos derechos y obligaciones que tiene cualquier español, y que si quieren adaptarse en España, deberán cumplir la Ley pagando con el fruto de su trabajo la vivienda y la luz al igual que lo hace cualquier hijo de vecino patrio, sin ningún tipo de privilegio. Por consiguiente, es necesario que aprendamos a reconocer a todos esos ofendiditos de pacotilla que se ponen a lloriquear y te llaman racista opresor si llamas al pan pan y al vino vino, y no pasarles ni una. Hay que plantar cara, porque los españoles de bien ya estamos más que hartos de trabajar como mulos para mantener la cleptocracia que gobierna en España como para regalar cositas a vagos y maleantes. Y si te llaman facha por disentir y por opinar diferente, haz cosas de facha (entendiendo el término al uso conservador), refuerza tu carácter y combate con su misma medicina, eso sí, con sensatez.
Si os dais cuenta, la estrategia del chavismo que el “sultán del moño” y su team chavista está implantando en España es fomentar esos sentimientos de ofensa para, inmediatamente después, ser ellos los salvadores que liberarán a la nueva clase oprimida de ofendidos, antes proletariado, y hoy mujeres, colectivos LGTBI, Inmigrantes etc., de las garras de los maléficos ofensores opresores. Y por descontado que los votos de toda esa gente y los de la legión de engañados buenistas que fomentan sus privilegios, irán a la cesta de esa izquierda postsocialista que saca pingües beneficios acogiéndolos en su regazo y soltándoles la mosca que recaudan con alevosía con los obscenos impuestos que alimentan al monstruo.
Comprendo que estemos abatidos y tristes ante el panorama desolador que ha traído a España los tentáculos de un gobierno presidido por un mulo en cuyo discurso no cabe más hipocresía, falsedad, desvergüenza y manipulación. Un gobierno que sin rubor alguno advierte que va a estar ojo avizor ante cualquier salida de madre en redes sociales o cualquier medio que no diga lo que ellos evalúen como verdad y no les baile el agua. ¿O acaso no recordáis cuando hace poco tiempo un general de la Guardia Civil anunció que estaban trabajando en “minimizar el clima contrario a la gestión del gobierno”.? Ahí ya pudimos levantar las orejitas y comprobar los derroteros golpistas que acechaban. Comprendo que estemos asustados viendo como se acaba de aprobar en España una ley de educación que promueve un genocidio lingüístico que impide a los españoles hablar español, suprime centros para niños discapacitados e imposibilita a los padres elegir el centro donde quieren que estudien sus hijos. Y comprendo también que estemos sufriendo viendo como se saquean iglesias cristianas, se permite la invasión de las Islas canarias, se ensalza la necro política en la que abortar y matar a inocentes es un derecho, se incorpora al Estado Español a la banda criminal ETA, y se pretende controlar nuestra historia bajo la amenaza de imposición de cuantiosas multas a quienes no la cuenten de la manera que el gobierno entienda como “memoria democrática”.
Pero aunque nos sintamos débiles y pequeños pensando que está todo perdido, os animo a mantener la esperanza y dar batalla diaria a la política despótica de Sanchez e Iglesias y a todos sus acólitos. Hemos de reaccionar y empezar a movilizarnos sin miedo ante el retroceso y hurto de libertades que está viviendo la España que la mayoría de mis congéneres hemos conocido y disfrutado libremente. No os estoy pidiendo que seáis héroes ni William Wallace a caballo gritando libertad, pero sí que no os acobardéis ni os acurruquéis bajo una manta eligiendo el pasotismo y la tranquilidad de no hacer nada mientras se rompe la unidad de España al tiempo que pisotean nuestros derechos y roban nuestros bienes para repartirlo entre invasores, lobbies de ofendidos y demás casta política que chupa de la teta que la Agencia Tributaria exprime sin piedad. Hay que reforzar el carácter y enfrentar esa corrección política que al fin y al cabo es sinónimo de la nueva izquierda que quiere gobernar el mundo.