Los 12 jóvenes fueron descubiertos y amarrados de las manos en una cadena humana para evitar que marcharan junto a profesores que protestaban en el Distrito Federal
Durante una movilización que realizaron profesores sobre avenida Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) ubicaron a 12 jóvenes como “infiltrados”, a quienes amarraron de las manos en una cadena humana para evitar que marchen con ellos.
Los jóvenes, de acuerdo con información de la CETEG, fueron encontrados en una camioneta llena de cervezas. Además, los profesores aseguran que pedían dinero en las casetas a nombre de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos.
Un estudiante que marchó con la cara encapuchada aseguró que no se permitirá “gente del Gobierno” en las movilizaciones.
A su vez, los familiares de los estudiantes desaparecidos en el estado mexicano de Guerrerocontinuarán su lucha aunque los peritos forenses argentinos confirmaron que uno de los restos óseos calcinados es de uno de los jóvenes buscados, afirmó un vocero del movimiento.
Luego de una multitudinaria marcha de protesta con miles de personas en la capital mexicana y que concluyó con un encuentro en el Monumento a la Revolución, el vocero de los padres, Felipe de la Cruz, afirmó que continuarán adelante hasta encontrar a todos.
“Si piensan esos asesinos que con el hecho de haber coincidido uno de nuestros muchachos con el ADN nosotros vamos a quedarnos a llorar, queremos decirles que se han equivocado, que a partir de hoy esta jornada de lucha va a llegar hasta encontrar con vida a nuestros 42 compañeros que faltan”, dijo De la Cruz.
En el encuentro, De la Cruz ratificó que los expertos argentinos les habían dado a conocer que los resultados de análisis del ADN corresponden a Alexander Mora Venancio, uno de los desaparecidos tras los hechos violentos en Iguala el pasado 26 de septiembre.
Aunque la información de que se logró identificar a uno de los estudiantes desaparecidosgeneró tristeza entre muchos asistentes, todos los oradores insistieron en que no cederán en su lucha por esclarecer el paradero de todos y para exigir justicia.
Ya lo sabían
La información sobre este hecho fue adelantada por los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, quienes en su perfil de Facebook confirmaron que los peritos argentinos les habían informado a los padres sobre los resultados de los estudios genéticos.
“Hoy, 6 de diciembre, le confirmaron los peritos argentinos a mi padre que uno de los fragmentos de los huesos encontrados me corresponden”, señala el mensaje divulgado por la Escuela Normal y que pone en primera persona como si fueran palabras del propio Mora Venancio.
Este mensaje, que va acompañado de la fotografía del estudiante, añade: “Me siento orgulloso de ustedes que han levantado mi voz, el coraje y mi espíritu libertario”.
Se prevé que la información oficial sobre los resultados de los estudios realizados por una institución especializada en Austria se den a conocer el lunes 8 de diciembre, de manera detallada, por las autoridades.
La Fiscalía mexicana convocó a una rueda de prensa para el 8 de diciembre al mediodía para dar a “conocer información relevante”, donde se podrán aclarar algunos de los hechos.
El fiscal federal, Jesús Murillo Karam, informó hace un mes que, según las confesiones de tres de los casi 80 detenidos por los violentos hechos de Iguala en Guerrero, los 43 estudiantes habían sido conducidos a un depósito de basura en el municipio de Cocula, vecino de Iguala en Guerrero, y ahí habían sido asesinados y sus cuerpos incinerados durante varias horas.
“No tengo ninguna duda de que allí hubo un homicidio masivo”, afirmó entonces el fiscal.
No le creen
Sin embargo, esta versión fue rechazada por los familiares quienes se indignaron y exigieron pruebas periciales contundentes y precisas de expertos independientes, y manifestaron su decisión de continuar la búsqueda.
La identificación de uno de los restos confirma la hipótesis de que las autoridades municipales estrechamente vinculadas con el crimen organizado son los responsables de una matanza de estudiantes.
La noche del 26 de septiembre pasado un grupo de policías locales disparó contra decenas de alumnos de esa institución educativa por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ataques que dejaron seis personas muertas y otras 25 heridas.
Además, los policías capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerarlos para no dejar rastro.
La comprobación de que las organizaciones del crimen y del narcotráfico han penetrado las instituciones estatales generó indignación y una crisis política que ha afectado no solo los políticos en el Estado de Guerrero, sino que también sacudió todas las estructuras políticas del país.
Estos hechos desplomaron la imagen del gobierno mexicano a nivel interno como externo,luego de que el país había dado una muestra de desarrollo democrático al procesar las reformas estructurales que habían sido esperadas por los sectores económicos de México y del mundo.
Desde el pasado 26 de septiembre, las protestas crecieron de manera vertiginosa por todo el país y en el mundo donde miles de personas exigen esclarecer los hechos, garantizar la justicia y evitar que vuelvan a repetirse.