Teodoro Nguema Obiang Mangue es hijo del dictador de Guinea Ecuatorial y reconocido playboy en California. Lo obligan a devolver una fortuna
Los dictadores africanos y sus familias no se caracterizan por su moderación, pero este caso es más alevoso que la media.
Teodoro Obiang Nguema Mbasogo gobierna con puño de hierro Guinea Ecuatorial, un pequeño país del centro de Äfrica, desde hace 35 años. En ese tiempo, amasó una de las fortunas más exorbitantes del continente.
Su único hijo, Teodoro Nguema Obiang Mangue, dedicó gran parte de su vida a gastar esa riqueza mal habida.
Primero se instaló en Malibú, California, una ciudad costera y exclusiva, elegida por multimillonarios y estrellas de Hollywood. Allí se compró una mansión con salida al mar, donde organizaba las fiestas más ostentosas para hacerse popular entre los vecinos.
Con el tiempo fue adquiriendo fama de playboy, siempre impecable y a bordo de una Ferrari o de su jet privado.
Pero su verdadera debilidad era Michael Jackson. Tanto admiraba al difunto “Rey del Pop” que gastó más de 3 millones de dólares en comprar todo tipo de reliquias que le pertenecieron.
Sin embargo, su largo historial de gastos llamaron la atención de la justicia estadounidense, que en 2011 le abrió una causa por corrupción y lavado de dinero. Según los investigadores, habría obtenido más de 300 millones de dólares de manera ilegal, robando del erario público de su país.
Luego de tres años de juicio, y previendo que desenlace negativo era inevitable, Obiang Mangue accedió a pagar 30 millones de dólares para que se levanten los cargos. Dos tercios deberá donarlos a obras caritativas, lo restante, al pueblo de Guinea Ecuatorial.
Lejos de mostrarse disgustado por el arreglo, emitió un comunicado en el que lo celebraba. “Espero que sirva para mejorar las relaciones entre mi país y los Estados Unidos”, dijo.
Pero agregó: “Mis activos fueron adquiridos con fondos obtenidos bajo las leyes de mi país y a través de negocios realizados dentro y fuera de Guinea Ecuatorial”.
Si bien tendrá que devolver la mansión, la Ferrari y gran parte de su colección de recuerdos de Michael Jackson, podrá conservar algunos valiosos ítems, porque no están en suelo estadounidense. Entre otras cosas, logró salvar su jet de 38,5 millones de dólares, el famoso guante con cristales utilizado por el cantante en la Bad Tour, y la inolvidable chaqueta de “Thriller”.