Infobae. La agresión contra extranjeros este sábado ocurrió en la zona donde vivía un hombre originario de Nigeria sospechoso de descuartizar a una chica de 18 años. Según varios observadores también influyó el clima enardecido de la campaña electoral italiana
Luca Traini, el hombre que este sábado abrió fuego contra inmigrantes en la ciudad de Macerata, había sido candidato en 2017 en las elecciones municipales de Corridonia con la Liga Norte, un partido nacido en los años 90 como defensor de los intereses del Norte de Italia y que bajo la conducción de su actual líder, Matteo Salvini, se convirtió en una fuerza nacionalista, con un discurso anti inmigrantes y abiertamente racista, inspirada en el francés Frente Nacional de Marine Le Pen.
Por eso, en Italia varios observadores ya comenzaron a vincular el crimen de matriz fascista -el hombre, antes de entregarse, se envolvió en una bandera italiana, hizo el saludo fascista y gritó “viva Italia” frente al Monumento a los Caídos- con el clima enardecido de la campaña electoral que recién comenzó de cara a las elecciones generales del 4 de marzo.
En efecto no pasa día en el que Salvini, aliado de Berlusconi en la coalición de centro-derecha (que además incluye a otro partido derechista, Hermanos de Italia), no haga alguna declaración -en las redes sociales o en la televisión, donde es una presencia constante- en contra de los inmigrantes que, según su discurso, “invadieron” a Italia.
En los últimos días, el líder derechista hizo varias declaraciones referidas al asesinato de Pamela Mastropietro, una joven de 18 años que, tras fugarse de un centro de rehabilitación, fue descuartizada por un inmigrante originario de Nigeria que se dedicaba a la venta de drogas. La brutalidad del crimen -los restos de la joven fueron encontrados adentro de dos valijas- conmocionó a Italia.
“¿Cuántos delitos vimos hechos por inmigrantes ilegales? ¿Qué tengo que hacer? ¿Callar? ¿Tengo que fingir que sea normal ser cortados en pedazos?”, dijo Salvini en una de sus muchas declaraciones sobre el tema.
Ahora, en Italia los medios apuntan a que el ataque pueda estar vinculado a ese crimen: Traini comenzó a disparar cerca de la estación de Macerata, en una zona conocida por ser un lugar de venta de drogas y donde vivía el sospechoso del asesinato.
Algunos, como la secretaria de la Liga Norte de la provincia de Macerata, Maria Letizia Marino, hasta afirmaron que el hombre tenía un vínculo personal con la víctima: Traini, dijo la dirigente en un aparente intento de desvincular al agresor de su partido, mantenía desde hace un tiempo una relación con “una joven romana con problemas de droga”, lo cual apuntaría a “que se trataría de la pobre Pamela Mastropietro”. Los investigadores, sin embargo, descartaron horas después cualquier vinculo entre ambos.
Salvini, en tanto, condenó el episodio, aunque lo justificó una vez más por los problemas causados por la “inmigración fuera de control”. “Quien sea que dispare es un delincuente, da igual el color de la piel. Pero está claro y es evidente que una inmigración fuera de control, una invasión como la que se ha organizado, querida y financiada todos estos años, conduce al desencuentro social”.
Salvini, a quien las encuestas le otorgan un 15 por ciento de intención de voto, busca utilizar a su favor un antiguo miedo de los italianos que, según la encuesta de la Comisión Europea Eurobarometro, se ubican entre los europeos más preocupados por la inmigración.
Aunque utilizar este miedo en la campaña electoral podría volverse en su contra. Tras la agresión de Traini -quien también disparó contra una sede local del gobernante Partido Democrático- varios representantes de la izquierda le instaron a detener su “incitación al odio”. El influyente escritor Roberto Saviano lo calificó de “mandante moral” del ataque.
Y hay alguien más que, por distintas razones, podría estar preocupado por la senda que podría tomar la campaña electoral a partir de hoy: el aliado-rival de Salvini Silvio Berlusconi quien, dejados atrás los escándalos, volvió al centro de la escena política presentándose como el abanderado de los “electores moderados”. Unos electores que podrían sentirse muy poco representados por una coalición en la que hombre fuerte de la Liga cobra cada vez más protagonismo.