Ana Gironés, periodista
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Dos de cada tres farmacias cierran indefinidamente desde hoy, 5 de noviembre, en Valencia, Alicante y Castellón porque se les debe 5 meses y medio. En total 450 millones de euros. Por otra parte, el conseller de Hacienda, dice que ya no hay margen para ningún recorte más en los presupuestos de la Generalitat Valenciana. Que hay comunidades que han rebajado menos su presupuesto y reciben 300 millones más y que “ésto es inaceptable”.
No vamos a entrar en si la financiación autonómica es justa o no, seguramente tendrá razón el conseller. Pero lo que si llama la atención y molesta al contribuyente medio es que los políticos, los que gobiernan las autonomías y los responsables del gobierno de España (tanto el actual como el anterior) no se den cuenta de que sí se pueden hacer ‘más recortes’, sobre todo donde no se ha recortado nada. Es decir en la estructura política del estado. De momento no se ha recortado nada en subvenciones a sindicatos, partidos políticos, organizaciones empresariales, número de asesores, cargos de confianza, diputaciones, senado, los 17 defensores del pueblo, las más de 20 televisiones autonómicas (porque hay autonomías que tienen 6 televisiones), etcétera.
Mientras, algunas farmacias se ven obligadas a cerrar, los proveedores de la Administración siguen sin cobrar sus facturas (pero sí se les ha obligado a pagar el IVA correspondiente), las listas de espera en la sanidad aumentan, muchos trabajadores se han quedado en el paro, los institutos tecnológicos llevan meses sin cobrar, a los médicos, enfermeras, policías, bomberos, jueces y demás funcionarios se les quita la paga extra y se les congela y rebaja el sueldo, a los profesionales que trabajan en empresas que atienden a disminuidos y personas dependientes les deben el sueldo de algunos meses. Es decir se ha recortado en los servicios más importantes y esenciales… y mientras, continúan las subvenciones y nuestros diputados, senadores y asesores siguen ‘como si nada’.
En los presupuestos de la Generalitat Valenciana de 2013 la inversión se reduce, todo se recorta, pero el número de asesores no disminuye, incluso aumenta. ‘El personal de confianza de la Generalitat pasa de 102 a 105 personas con un incremento de más de 122.000 euros al año en el pago de nóminas’ (Las Provincias, 2 de noviembre). Una vergüenza.