Hoy os presentamos un libro de la amplia colección de Gerónimo Stilton, Tea y libros similares. La competición de los supercocineros es un buen libro para despertar el interés de los niños por los alimentos, e incluso la alimentación sana. Si os gusta Gerónimo Stilton os recomendamos visitar su blog con muchísimos recursos divertidos.
Esta reseña pertenece al proyecto “Reseña tu lectura” en el que los alumnos del Colegio San Enrique, de Quart de Poblet, nos cuentan sus experiencias lectoras. ¿Quién sabe si con esta lectura conoceremos a un futuro gran chef que ahora tiene 8 o 9 años?
Título: La competición de los supercocineros
Autora: Elisabetta Dami
Editorial: Planeta.
ISBN: 978-8408180432
Una mañana el primo de Gerónimo Stilton, que se llama Trampita Stilton, se inscribe en una competición de supercocineros. Para sorpresa de todos le pide a Gerónimo que sea su ayudante y que pruebe sus platos.
Trampita es un poco gamberro, y se burla de todos los perdedores, es un poco gracioso pero sinceramente, cocina fatal. Gerónimo Stilton es un buen cocinero y es muy amable, además de tener mucha paciencia con su primo, quien le hace probar batido de huevo crudo, pastel de babosa ruibarbo, telarañas, peste a cebolla y manchas añejas. Unos manjares realmente terribles.
Si os apetece leer un fragmento, la editorial Planeta nos permite dejaros aquí unas páginas del libro.
Me ha encantado el momento en el que Gerónimo hace la “Ratopizza Top” con comida muy sana. Creo que es muy interesante que nos enseñen a comer bien.
Hay un momento muy gracioso cuando Trampita se resbala, hace un salto mortal, se destroza las rodillas y se desmaya.
El libro me ha encantado, es estupendo, y se merece un 10. Como aspectos muy positivos destaco que nos enseña cosas y aspectos de alimentación muy necesarios, y que me anima a meterme en la cocina y ayudar a mi familia a preparar platos fantásticos.
Aitana E.G. es alumna del colegio San Enrique, y este año se ha animado muchísimo con la lectura, además ha descubierto que podemos plantar nuestras propias verduras, y cultivar lechugas, zanahorias o cebollas entre otras opciones, y que cuando comemos las verduras que nosotros mismos hemos cultivado los platos tienen un sabor aún mejor