Steven Defour volvía a pisar el estadio de Standard de Lieja, su antiguo estadio, por vez primera tras fichar por el Anderlecht, que lo recibía como ídolo hace poco tiempo, y se llevó un recuerdo lamentable. Ahora, como defensor del Anderlecht, clásico rival, era tratado como traidor e intimidado de muerte.
Cuando los equipos salieron al campo se desplegó una inmensa pancarta, que cubría casi todo el graderío, en la que se veía a un enmascarado con un cuchillo en su mano derecha y la cabeza de Defour, decapitado, en la izquierda. ‘Red or Dead’ (Rojo o muerte), rezaba la pancarta.
El futbolista de la selección de Bélgica se mostró nervioso desde el primer momento y terminó expulsado tras rechazar por dos veces un balón sobre la sección de la grada en la que se había desplegado el violento mensaje.
Dos veces campeón con el Standard, fichó este verano por el Anderlecht tras haber pasado por el Porto y fue advertido sobre un recibimiento hostil para este domingo.
VLC Noticias | Redacción