El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll acompañado por el director del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, ha inaugurado esta mañana la muestra ‘De Rubens a Van Dyck. La Pintura Flamenca en la Colección Gerstenmaier’, en el Centro del Carmen de Valencia.
La muestra que se inaugura en torno a la celebración del Día Internacional de los Museos permite realizar un recorrido por la pintura flamenca a través de más de dos siglos donde se podrán ver los autores más importantes así como todos los géneros propios de esta escuela convirtiendo el Centro del Carmen en un pequeño museo de los artistas flamencos, una escuela que ocupa un puesto privilegiado dentro de la Historia del Arte.
En la inauguración han estado presentes también el propietario de la colección, Hans Rudolf Gersternmaier, el coleccionista, Leoncio Fernández, la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa, además del experto en pintura flamenca, Matías Díaz-Padrón.
La exposición ofrece al público valenciano la oportunidad de disfrutar de una exquisita selección de una veintena de artistas entre los que están las figuras más importantes como Peter Paul Rubens, Anton Van Dyck, Hendrick Goltzius, Jan Brueghel El Viejo, Joost de Momper El Joven, Martin de Vos, Jan Brueghel de Velours, Jan Van Kessel El Viejo, Adrian de Gryef, Gaspar Pieter Verbruggen o Christian Coclers.
Con un total de 59 obras, entre óleos y obra gráfica ‘De Rubens a Van Dyck’ ofrece un repaso desde el siglo XV hasta principios del siglo XVIII que permite apreciar las características y los géneros principales de esta pintura. La exposición comienza con el óleo de temática religiosa, para adelantrarse después en la naturaleza muerta, el paisaje, la mitología y el retrato que da paso a la obra gráfica.
En el ámbito religioso destaca el óleo de Rubens ‘La Virgen de Cumberland’. Por otro el cuadro ‘Naturaleza Muerta’ de Jan van Kessel El Viejo es, según la comisaria, “una de las piezas más importantes del corpus de la exposición, sus grandes dimensiones lo convierten en singular”.
Además una de las especialidades del género de la naturaleza muerta en el arte de Flandes fue la pintura de flores que está ampliamente representada en la exposición. La afición por las flores como objetos de especial interés se había despertado en Europa a finales del siglo XVI, con la importación de flores exóticas del Oriente Próximo, Asia y América. Empiezan entonces a considerarse objetos preciosos, cotizándose a altos precios. La combinación de una tradición pictórica hacia los bodegones y el nuevo protagonismo que adquieren las flores por ellas mismas fueron buenos fundamentos para popularizar la pintura de este género a comienzos del siglo XVII. Muchas de estas composiciones, consistían en guirnaldas que decoraban escenas religiosas. Las obras de este tipo, generalmente, eran regalos para los gobernantes y los representantes de la Iglesia. También podían decorar capillas privadas de la nobleza y destacadas sacristías de algunas órdenes religiosas.
Igualmente la pintura de animales y bodegones son dos géneros de gran importancia en el arte flamenco. Se creaban pinturas de magnas dimensiones destinadas a decorar palacios y mansiones de la aristocracia y nobleza, así como castillos de cacería.
Por otro lado en el paisaje del siglo XVII sobresalen el juego de luces y sombras, con la penunbra del primer plano y la aún existente luz del atardecer en el fondo de la escena. De esta temática destaca la obra ‘Paisaje de montaña con mulas’ de Joost de Momper el Joven y de Jan Brueghel El Viejo, por su modernidad y porque es un ejemplo del trabajo conjunto de dos maestros en una misma obra.
Por último se presenta una cuidada selección de grabados, demostrando que los flamencos eran unos grandes maestros en el dominio de esta técnica donde destacan dos series de grabados de Van Dyck sobre hombres ilustres, así como la serie de Hendrick Goltzius sobre temas mitológicos y alegóricos inspirados en los textos de Ovidio. A estos se suman otros dos grabados de Rubens.
El Consorcio de Museos ha coordinado esta muestra de forma que viaje por las tres provincias. La muestra ha estado recientemente expuesta en el Museo de Bellas Artes de Castellón, hasta el pasado 4 de mayo. En Valencia, en el Centro del Carmen se podrá ver hasta el 28 de septiembre y en Alicante durante el último trimestre del año.
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