El Museo de Bellas Artes San Pio V presentó en la mañana de ayer la exposición “Valencia Pintada”, que exhibe más de 70 obras de 41 artistas y su particular visión sobre la ciudad de Valencia.
El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, asistió a la inauguración y destacó que los visitantes podrán contemplar en la muestra “una visión colorista de la ciudad, Cap i Casal del Regne, tal como la plasmaron en sus pinturas diferentes artistas desde el siglo XVII hasta prácticamente nuestros días”.
“Todos los pintores de la muestra han dejado huella con alguna de sus creaciones en diferentes ámbitos de la ciudad, aportando visiones diversas y, en algún caso, desconocidas”, explicó el Secretario Autonómico.
En concreto, la exposición cuenta con artistas tan significativos en el arte valenciano como Jerónimo Jacinto de Espinosa, Vicente Salvador Gómez, Joaquín Agrasot, Antonio Muñoz Degraín, Ignacio Pinazo, José Benlliure Gil, Javier Juste Cerveró, Constantino Gómez Salvador, Cecilio Pla, Joaquín Sorolla, Julio Peris Brell, Antonio Fillol, Ricardo Verde, Juan Bautista Porcar, José Peppino Benlliure Ortiz, Pedro de Valencia, Francisco Lozano o Francisco Sebastián.
Cabe destacar que esta exposición se ha articulado con fondos propios del museo, a los que se añadieron tres obras procedentes del Museo de la Ciudad y del IVAM.
Además, cuenta con 19 obras inéditas que, por estar depositadas en otras instituciones o integradas en la colección permanente, no se exhiben en la sala temporal pero sí se recogen en el catálogo de la exposición.
Discurso expositivo
La exposición comienza por obras antiguas, como el cuadro de Espinosa “Milagroso hallazgo de la Virgen del Puig”, donde aparece la imagen de la ciudad sobre una nube, a semejanza de la vista de Toledo del Greco, de la que por su relación con Orrente, el pintor debió oír hablar.
Además, también hay un amplio grupo de vistas de las playas y el puerto, mostrando las ancestrales relaciones de Valencia con el mar, a través de las luminosas imágenes de Sorolla, Pinazo, Peppino Benlliure, Cecilio Pla, Lozano o Porcar.
Asimismo, la exposición muestra una fuerte presencia, gracias a las pinturas referidas al casco histórico, de una ciudad que se fue. En estas queda testigo de la muralla desaparecida, la cornisa sobre el Turia transformada, los barrios centrales, el interior del palacio de Mossén Sorell o un interior del antiguo convento del Carmen cuando todavía era la sede del Museo de Bellas Artes de Valencia tras la desamortización.
También hay memoria de cómo era lo que aún sigue en pie, como la Catedral, los Santos Juanes, San Juan de la Cruz (antes San Andrés), la plaza Redonda, la de Lope de Vega, y todo ello bajo las miradas de Espinosa, Vicente Salvador Gómez, Bru Albiñana, Pinazo, Fillol, Ricardo Verde, Ismael Blat, Peris Brell y Francisco Sebastián.
La presencia del Turia se encuentra también en varias obras, así como lo que a sus orillas fue situando, como la Alameda, el Jardín Botánico, los Jardines del Real y el parque de Viveros, el Jardín de Monforte, el mismo Museo de Bellas Artes.
Los autores de estas obras son Pinazo, Agrasot, José Benlliure, Navarro Llorens, Peris Brell, Genaro Palau, Esteve Senís, Enrique Cuñat, o Amadeo Roca.
No faltan tampoco las vistas de lo que rodea la ciudad, la periferia, la Albufera, y la huerta con sus alquerías y barracas ejecutadas por Muñoz Degraín, Pinazo, Ricardo Verde, José Benlliure, Peris Brell, Fillol, Javier Juste, Manaut Viglietti, o Francisco Sebastián.
VLCCiudad/Redacción