La diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, María Jesús Puchalt, ha presentó ‘Desaparecidos’, el último proyecto expositivo del prestigioso y laureado fotoperiodista Gervasio Sánchez en el Centre Cultural La Beneficència.
Con esta “contundente propuesta, Sánchez regresa a Valencia, una vez más de la mano de la Diputación de Valencia y del Museu Valencià d’Etnologia, donde también presentó Vidas minadas”, recordó Puchalt.
Al encuentro con medios de comunicación también ha asistido el director del Museu Valencià d’Etnologia, Joan Seguí, el fotoperiodista Gervasio Sánchez y la comisaria del proyecto Sandra Balsells.
Tal como ha señalado la diputada de Cultura ‘Desaparecidos’ narra “la presencia arrebatada, la desaparición forzosa de víctimas de medio mundo a través de 175 imágenes, cargadas, muchas de ellas, de gran impacto emocional”.
El proyecto Desaparecidos representa la obra más relevante en la dilatada trayectoria fotoperiodística de Gervasio Sánchez, distinguido con el Premio Nacional de Fotografía en 2009.
En su origen, fue expuesto, a tres bandas, en León –MUSAC-, Madrid –La Casa Encendida- y Barcelona –CCCB-, y ahora llega a Valencia “de nuevo a La Beneficència, porque es el espacio donde quería exponer también Desaparecidos”, ha destacado el propio Gervasio Sánchez quien ha felicitado al museo: “He quedado impresionado, por las luces, la atmósfera expositiva, y por fin, en el espacio que más me gusta del centro cultural”.
12 años de trabajo en 10 países
“Desaparecidos” es un extenso proyecto de fotografía documental sobre la desaparición forzosa desarrollado entre los años 1998 y 2010 en 10 países de América Latina, Asia y Europa.
Según Sánchez, “lo peor de una guerra no sólo son los muertos y heridos sino las terribles consecuencias que acarrea; una sociedad que no se plantea buscar e indagar pisotea la memoria, la verdad y la justicia y los muertos siempre acaban apareciendo y pidiendo explicaciones a los vivos”.
Sus imágenes sobre la desaparición forzosa constituyen un valioso legado “para que en el futuro no podamos dudar del pasado”, apunta la comisaria.
Viaje al epicentro de la tragedia
Para evocar la presencia de los desaparecidos, “el autor emprende un tortuoso viaje hacia el epicentro de esta tragedia que arranca en siniestros centros de detención donde permanecieron cautivas las víctimas de la represión y cuyo rastro no deja de estremecernos en monumentos conmemorativos en los que figuran listas interminables de hombres, mujeres y niños desposeídos de futuro; o en pertenencias cotidianas que sobreviven al paso del tiempo, celosamente custodiadas por sus familiares”, explica Balsells.
“La localización de los restos y su posterior exhumación suponen para los allegados el fin de un duelo extenuante prolongado innecesariamente durante años e incluso décadas”, comenta la comisaria.
VLCCiudad/Redacción