ElSenado de Estados Unidosha recibido este miércoles los cargos para el ‘impeachment’ o juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, por sus presiones a Ucrania, y el jueves comenzarán los preparativos para un proceso que empezará el próximo martes.
Los “fiscales” para el juicio político, recién nombrados por la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, han entregado los dos cargos contra Trump al Senado en un acto que ha supuesto eltraslado del caso al escenario donde se desarrollará en las próximas semanas el proceso de destitución.
Horas antes, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata,aprobó (con 224 votos a favor y 190 en contra) una resolución con la designación de los siete legisladoresque harán de “fiscales” y que establece estos tenían que entregar formalmente al Senado los cargos contra el mandatario, abuso de poder y obstrucción al Congreso.
El texto reconoce elnombramiento de los legisladores demócratasque han sido propuestos este mismo miércoles por la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, como ‘impeachment managers’, que es como se conoce en inglés a los fiscales en el juicio político. Estos legisladores serán Adam Schiff, Jerry Nadler, Hakeem Jeffries, Zoe Lofgren, Val Demings, Jason Crow y Silvia Garcia.
Entre estos nombres,hay dos congresistas que cobraron un fuerte protagonismodurante la investigación previa al juicio político y se convirtieron en el blanco de Trump: los presidentes del comité de Inteligencia de la Cámara Baja, Adam Schiff; y del Judicial, Jerry Nadler.
También hay una latina, la representante por Texas, Sylvia García; y una congresista, Zoe Lofgren, que ha tenido un papel en las tres investigaciones previas a un juicio político de la historia moderna de Estados Unidos: como legisladora en las de Trump y Bill Clinton (1998) y como asesora de un congresista en la de Richard Nixon (1973-74).
Pelosi aseguró quefue la experiencia y la “soltura en los juzgados”de esos legisladores lo que le hizo incluirlos en la selecta lista, que completan los congresistas Hakeem Jeffries, Val Demings y Jason Crow.
La escenificación y la recepción de los cargos
Al llegar el documento con los cargos a la puerta del Senado, el líder de esa cámara, el republicano Mitch McConnell, ha anunciado que convocará a los recién designados “fiscales”para que escenifiquen la entrega formal de esos papeles este juevesa las 12:00 horas (17:00 GMT).
Dos horas más tardeserá el turno del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que actuará como jefe del Senado temporal en sustitución del vicepresidente, Mike Pence, durante el juicio político, explicó McConnell. Roberts tomará juramento a los cien miembros del Senado,que ejercerán como jurado del juicio político, y a continuación se notificará a la Casa Blanca que Trump se enfrenta ese proceso.
“El juicio comenzará en serio el martes”, cuando los senadores regresen al trabajo tras la festividad por el aniversario del nacimiento de Martin Luther King, ha relatado McConell.
Antes de enviar los cargos, conocidos formalmente como “artículos para un juicio político”,Pelosi firmó el documento que los contenía con una veintena de bolígrafos, que luego repartió entre los asistentes a una solemne ceremonia en la Cámara Baja.
“Hoy hacemos historia, cuando los ‘fiscales’ recorran los pasillos (del Capitolio) y crucen el umbral” que separa la Cámara Baja del Senado, ha asegurado la líder demócrata del Congreso.“Este presidente rendirá cuentas, nadie está por encima de la ley”.
La Casa Blanca tacha de falso e ilegítimo el proceso
Después de que Pelosi anunciara la lista de “fiscales” demócratas, la Casa Blancaha tachado de falso e ilegítimo el procesopara abrir el ‘impeachment’, que se desencadenó por las supuestas presiones al presidente de Ucrania para investigar a uno de sus rivales demócratas en las presidenciales de 2020, Joe Biden.
“La única cosa que la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi ha logrado con este proceso de juicio político falso e ilegítimo ha sido demostrar queestá centrada en la política en vez de en el pueblo estadounidense“, ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en un comunicado.
Grisham ha asegurado que Trump “no ha hecho nada malo” y ha acusado a Pelosi de haber mentido cuando afirmó que este proceso era “urgente y vital para la seguridad nacional cuando los cargos políticos fueron aprobados”, en diciembre pasado.
Desde esa fecha,Pelosi ha estado aplazando la entrega formal de las acusacionesa la Cámara Alta porque quiere que los republicanos garanticen antes que habrá nuevos testigos en el juicio político, entre ellos dos que los progresistas consideran claves: el exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, y el jefe de gabinete, Mick Mulvaney.
¿Qué hará el Senado?
El portavoz del Senado, el republicanoMitch McConnell, aseguró que haría todo lo posible para exculpar a Trumpy dar carpetazo al juicio lo antes posible, lo que ha causado malestar entre algunos de sus compañeros. McConnell ha asegurado también que en ningún caso permitirá la comparecencia de nuevos testigos ni documentos.
Sin embargo, no todos los senadores republicanos son partidarios de rechazar de plano el juicio político. “No apoyaré una moción para desestimarlo”, ha advertido el senador y excandidato republicano a la presidenciaMitt Romney. “En este punto, las alegaciones que se han hecho son graves y merecen ser tenidas en consideración con los argumentos a favor y en contra”. Otros republicanos son partidarios incluso de permitir la comparecencia de testigos, con ciertas condiciones.
El propio Trump ha enviado mensajes contradictorios. Primero dijo que no tenía nada que ocultar y que estaba dispuesto a declarar, pero el pasado fin de semana ya no se mostraba tan seguro yabogaba por una desestimación rápidapara no dar credibilidad a lo que califica como “caza de brujas”.
La clave está en quelos republicanos gozan de mayoría en el Senado-53 escaños, por los 47 senadores de demócratas e independientes- y eso les garantiza que el presidente será finalmente exonerado y además les permite diseñar el formato del juicio político, desde la aceptación de nuevos testigos hasta la duración de los debates.
Es improbable, por tanto, que el juicio político contra Trump -el tercer presidente que afrontará un proceso de destitución después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton entre 1998 y 1999, ambos absueltos en el Senado- acabe con una decisión contraria al mandatario debido a la mayoría que gozan los republicanos en esta cámara y a queno han dado muestras de división interna.