Los árboles pueden llegar a vivir más de mil años y sus respuestas a las perturbaciones humanas no siempre son inmediatas. Investigadores de Brasil y Australia han realizado un estudio experimental en comunidades de árboles amazónicos de un bosque fragmentado y han comprobado un empobrecimiento general de la diversidad filogenética.
La diversidad filogenética es una de las metodologías de cuantificación de la diversidad más utilizadas en estudios ecológicos. Se basa en el estudio de las relaciones evolutivas entre diferentes grupos de organismos. En el caso de las selvas tropicales fragmentadas del Amazonas, la diversidad biológica se ha estimado tradicionalmente a partir del número de especies e individuos de una región.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad Federal de Paraíba (Brasil), de la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil), del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonia (INPA) de Brasil y de la Universidad James Cook (Australia) ha medido la diversidad filogenética de comunidades de árboles amazónicos de un bosque fragmentado experimental, y ha determinado que existe un empobrecimiento general.
Cuanto menor es el grado de parentesco entre los árboles que comparten la misma hectárea, mayor es la diversidad filogenética de la comunidad
Las selvas amazónicas cuentan con algunas de las comunidades de árboles más ricas de la Tierra. Por ello, “mensurar la diversidad filogenética y aspectos como su evolución, ecología, biogeografía o su taxonomía, aumenta nuestro poder de previsibilidad sobre cuánto de nuestro patrimonio evolutivo se está perdiendo con la fragmentación y deforestación de las selvas tropicales”, detalla Braulio A. Santos, primer autor de la investigación, publicada en la revista PLoS ONE.
El método de investigación empleado incorpora las relaciones evolutivas de los organismos en el cálculo de su diversidad biológica. Los científicos consideraron un conjunto de árboles con diámetro mayor de 10 centímetros que coexisten en una hectárea de selva.
“Cuanto menor es el grado de parentesco entre los árboles que comparten la misma hectárea, mayor es la diversidad filogenética de la comunidad. De este modo, estimamos la diversidad filogenética de decenas de comunidades de árboles antes de su aislamiento y fragmentación a finales de los ’80 y compararla con su diversidad filogenética casi dos décadas después. Hicimos lo mismo con comunidades que jamás fueron aisladas, para tener un punto de comparación con lo que sucedió en la selva continua, no fragmentada”, precisa Santos.
Los autores observaron que 32 de las 40 comunidades de árboles monitoreadas perdieron diversidad filogenética
Por otro lado, el equipo cuantificó el grado de parentesco de un grupo de árboles que han proliferado desde el aislamiento (los que denominan “vencedores”) con otro que han declinado (los llamados “perdedores”).
Pérdida de diversidad en la gran mayoría de árboles
Los autores observaron que 32 de las 40 comunidades de árboles monitoreadas perdieron diversidad filogenética. “Al contrario de lo que esperábamos, la pérdida no se concentró en los parches de selva aislados, sucedió también en la selva continua no fragmentada”, explica el investigador, quien subraya que el empobrecimiento generalizado se observa en el grado de parentesco tanto de los grupos de “perdedores” como de los “vencedores”.
Precisamente, el conjunto de árboles que se ha perdido en las últimas décadas, incluso en la selva continua, estaba más emparentado que el grupo que ha proliferado, originando comunidades más pobres filogenéticamente.
Respecto a la causa de ese cambio en la composición taxonómica y filogenética, los investigadores aseguran que “aún no está muy clara”, aunque es probable que sea una respuesta al incremento de CO2 en la atmosfera, lo que aumenta la natalidad y reproducción de árboles de madera leve y crecimiento rápido (“ganadores”) en detrimento de los de madera densa y crecimiento lento (“perdedores”). Asimismo, “como se trata de organismos de ciclo de vida muy largo, también es probable que sea un fenómeno natural”, agrega.
“Nuestro bienestar y calidad de vida están íntimamente ligados a la diversidad biológica”, señala Santos
Efectos en la calidad de vida
Santos recalca que nuestro bienestar y calidad de vida “están íntimamente ligados a la diversidad biológica por medio de servicios ambientales que los ecosistemas nos prestan gratuitamente”, y pese a ello “ya empezamos a pagar la cuenta por su mal uso y pronto detectaremos que económicamente hubiera sido mejor haber invertido en su conservación”, insiste.
Junto con la erosión de la historia evolutiva de los árboles, es probable que también se observen pérdidas similares en animales polinizadores y dispersores. “También es posible que perdamos potencial de adaptación al cambio climático y algunos servicios ambientales ligados al grupo de los árboles perdedores, como la producción de madera de alta calidad y el almacenamiento de carbono”, insiste.
El equipo encabezado por Braulio A. Santos lleva más de tres décadas estudiando la dinámica biológica en selvas fragmentadas de la Amazonia central. Aunque se trata del monitoreo de selvas tropicales fragmentadas más antiguo del mundo, el investigador recuerda que “aún hay mucho por conocer y descubrir”.
Referencia bibliográfica:
Santos, B. A., Tabarelli, M., Melo, F. P. L., Camargo, J. L. C., Andrade, A., Laurance, S. G. y Laurance, W. F. (2014). “Phylogenetic Impoverishment of Amazonian Tree Communities in an Experimentally Fragmented Forest Landscape”. PLoS ONE, 9, 11 http://dx.plos.org/10.1371/journal.pone.0113109