Valencia Noticias | Manon Campos.- La Agencia Internacional de Energía (AIE) publicó un informe, antes de la conferencia contra el cambio climático en Paris, prevista el próximo diciembre, sobre la situación medioambiental actual y futura. Subrayó que las medidas internacionales contra el cambio climático “tendrán un impacto positivo pero no bastarán” para alcanzar el objetivo de que la temperatura media mundial no suba más de 2°C.
La AIE estima que la temperatura media mundial habrá aumentado 2,6°C en 2100 y 3,5°C en 2200; en el hemisferio norte, donde vive la mayoría de la población mundial, el incremento será de 4,3°C, y ciudades como París podrían empezar a sufrir olas de calor.
Se sumará también “un mayor número de acontecimientos meteorológicos extremos”, según Fatih Birol, economista jefe de la AIE, precisando que África, que casi no ha contribuido al cambio climático, será la que se llevará la peor parte, principalmente afectada por sequías.
El organismo, que ha analizado el contexto energético para sus 29 países miembros, propone un plan de cuatro pilares cuyo el primer objetivo es que las emisiones de CO2 conozcan su punto máximo en 2020 y empiecen a bajar a partir de esta fecha.
El primer pilar para lograr la meta es mejorar la eficiencia energética a través de la prohibición de los electrodomésticos o coches poco eficientes por ejemplo, impedir la construcción de centrales eléctricas de carbón ineficientes y aumentar la inversión en energías renovables de 270.000 millones de dólares a 400.000 millones de dólares en 2030.
Asimismo, se deben eliminar gradualmente los subsidios al combustible fósil, cifrados en 500.000 millones de dólares anuales y ubicados en mayoría en Oriente Medio y Asia, para 2030 y reducir las emisiones de metano en la producción de petróleo y gas.
El segundo pilar es revisar los compromisos adquiridos contra el calentamiento global, ya que los países le hacen cada cinco años, pero “hoy en día la tecnología cambia muy rápido y en muchos casos estos compromisos podrán mejorarse”, según informó Maria Van Der Hoeven, la directora ejecutiva de la AIE.
La agencia también plantea como tercer punto, que el objetivo de limitar a 2°C los niveles preindustriales sobre el calentamiento del planeta se traduzca en un porcentaje de reducción de emisiones al que haya que aspirar a nivel mundial. Este porcentaje, que el G7 cifró hace unos días entre un 40% y un 70%, “serviría también de guía para las inversiones tanto del sector público como del privado”.
Por último, Van Der Hoeven señaló que “es muy importante establecer un mecanismo de contabilidad” que permita controlar el progreso de los países en el respeto de sus compromisos energéticos y recordó que la AIE incluyó en su informe parámetros en ese sentido.
Sin embargo, AIE indicó que hay cada vez más países comprometidos en la lucha contra el cambio climático y que por primera vez el crecimiento económico “se está desligando” del aumento de las emisiones nocivas de gases invernadero ya que la economía global progresó de un 3% en 2014 y las emisiones de CO2 se detuvieron.
La intensidad energética de la economía global, cuyo crecimiento está ligado a un incremento de la contaminación atmosférica, se redujo un 2,3% el año pasado, más del doble que el ritmo medio de descenso registrado en la última década, en parte gracias a la mayor eficiencia energética de China.