La divulgadora, filósofa, escritora y humanista Elsa Punset acaba de presentar su nuevo libro ‘El mundo en tus manos’ (Destino, 2014), un ameno y profundo ensayo sobre las claves de nuestra inteligencia social. Preguntas como, ¿cómo enfrentamos los conflictos con los demás?, ¿de qué manera nos afecta la soledad?, ¿hasta qué punto nuestros valores morales son válidos o no?…
El Péndulo de VLCNoticias se reunió con Elsa Punset para conocer y comprender cómo actuamos y cómo nos comportamos en nuestras relaciones sociales. Para la investigadora, y tal como reza el subtítulo del libro, “no es magia, es inteligencia social” así que aprovechando su paso por la ciudad cómo pintan las cosas en este mundo tan complejo.
El Péndulo: Los sociólogos llaman ‘sociotemporalidad’ al tiempo que invertimos en relacionarnos con los demás, ¿crees, a raíz de algunos comentarios de tu libro, que tenemos carencias en nuestras relaciones sociales?
Elsa Punset: Sí…, hmmmm, vamos a ver. Este libro tiene varios ejes y uno de ellos es reconocer que llevamos unas décadas acumulando un déficit de relaciones sociales, una cierta epidemia de soledad; que se está viendo, además, en el mundo entero y que significa que la gente cada vez tiene menos amigos y que cada vez se sienten más solos. Esto es terriblemente paradójico en un mundo superpoblado y, recientemente, superconectado gracias a las redes sociales. Qué estamos descubriendo acerca de la soledad… La soledad tiene un impacto físico sobre la gente. Es decir, la gente sola tiene peor salud, es menos inteligente, toma peores decisiones, la gente se comporta de forma menos creativa con lo cual tenemos que pasar a encajar el hecho de que más gente viviendo sola, crece el número de hogares unipersonales y… ¿Qué se pensaba hasta ahora? Se pensaba que las redes sociales iban a cubrir este hecho y que iban a dar respuesta a esta necesidad humana de vivir en sociabilidad.
Somos seres tremendamente sociales. ¿Por qué se nos está acumulando un déficit social en las relaciones? Pueden haber muchas respuestas, una de ellas es que hemos dado muchísima importancia, en el siglo pasado, a todo lo que era el cuidado físico, el desarrollo físico y hemos aprendido a vivir muchos más años, a vivir mejor, a cuidar el cuerpo y…, sin embargo había un cierto abandono emocional y hemos tomado decisiones y hemos adoptado formas de vida que nos han favorecido el que la gente pueda comunicarse. Esto me hizo reflexionar sobre, ¿qué demanda esta naturaleza de las personas? Pues…, una de las cosas que demanda es que podamos ejercer nuestra forma básica de comunicación.
La base de la inteligencia social es la empatía y, ¿qué es la empatía?, la capacidad de ponernos en la piel de los otros. Es bastante increíble pero ninguno somos extraños a los otros. Podemos imaginar lo que los demás sienten porque compartimos las mismas emociones básicas y universales y, además, nos las contagiamos solo con mirarnos, es un mecanismo fisiológico y físico. Los únicos que no tienen capacidad de empatía son los psicópatas. Yo defiendo que tenemos una naturaleza, profundamente, social y que no le estamos dando la atención que se merece y que debemos invertir más en relacionarnos con los demás.
E.P.: De alguna manera, ¿hemos olvidado principios como la otredad y la alteridad, es decir reconocer también que somos ‘otros’ y que también debemos reconocer a los otros, a nuestros próximos, a los demás que nos rodean.?
Elsa Punset: ¿Podrías ser un poco más concreto?
E.P.: Sí; la alteridad es saber que existen otros, ponerme en el lugar del otro y la otredad es saber que yo soy otro y me reconozco como soy, por eso digo si hemos olvidado esos principios.
Elsa Punset: Sí, de alguna manera sí. Tú te estás refiriendo a este difícil equilibrio que llevamos todos los humanos entre ser seres individuales o ser seres sociales y…, de hecho creo que la soledad, la que llamo epidemia de soledad, es soledad en la que falta una relación íntima con los demás. Puedes estar rodeado de gente pero sentirte solo. Creo que es un reto que tenemos. Nacemos personas de carácter individualista y crecemos y hemos olvidado que necesitamos estar conectados con los demás. Además, vivimos un momento de revolución tecnológica en la que tenemos más información y nos podemos conectar con más personas.
Tienes personas que te rodean por todos los medios y con las que tienes que aprender a comunicarte y…, eso no significa que tengamos una buena calidad en la relación o que no suframos un déficit en nuestras relaciones personales. Es verdad que no vemos al otro y creemos conocerlo y al otro, que está lejos de nosotros, le puede ocurrir lo mismo.
E.P.: Muchos se preguntan, ¿qué es más importante el dinero o la felicidad? Los pobres tienen una respuesta para esa pregunta pero…, en una época de crisis, con unas necesidades básicas cubiertas, ¿la gente puede sentirse más cerca a su idea de felicidad?
Elsa Punset: Es una pregunta interesante, ¿qué sabemos de las necesidades físicas? Sabemos que por debajo de unos mínimos… Tenemos un cerebro programado para sobrevivir que nos avisa constantemente de los peligros y cuando tú estás bajo mínimos solo te fijas en la supervivencia y el bienestar, la salud mental pasan a un segundo plano y…, me preguntas que si tiene algún sentido hablar de bienestar… Mirémoslo con mucha más perspectiva. Sé que estamos sumidos en una determinada crisis, en el siglo pasado hemos vivido una primera Guerra Mundial, una Guerra Civil y hemos vivido una segunda Guerra Mundial y…, llevamos unas décadas en las que nunca hemos conocido tanta paz y nunca hemos tenido tantas oportunidades. Sí que estoy de acuerdo contigo en que para mí era el momento, a pesar de que estamos sometidos a una crisis, para exponer todas estas cosas. Tenemos una enorme de oportunidad de dotar a las personas de las herramientas que les permita decidir en qué mundo quieren vivir.
E.P.: Dentro del mundo de las relaciones de las redes sociales, ¿queda mucho por decir?
Elsa Punset: Yo te diría que mucho acerca de lo que somos y de cómo funcionamos lo sabemos desde los griegos, los griegos también escribieron unos libros de autoayuda maravillosos pero no tenían la prueba científica de por qué funciona así. Lo que ha cambiado es que con los medios tecnológicos podemos entrar a medir muchos de nuestros procesos mentales Es apasionante ver cómo llegamos a entender los procesos de autojustificación, de exclusión, la identidad social… Todo esto le he volcado en el capítulo de las decisiones morales y explico que nos estamos convirtiendo en actores morales muchísimos más activos.
Necesitamos entender cómo llegamos a mentirnos a nosotros mismos, cómo llegamos a sentirnos bien con nosotros mismos… Hay una serie de claves que te ayudan a comprenderte mejor, a gestionarte mejor. Creo que queda muchísimo a descubrir pero a medida que nos vamos relacionado es bueno que nos adaptemos y las estudiemos. Ahora lo podemos hacer desde una manera científica.
E.P.: Hay una capítulo dedicado en el libro a la moral. En los últimos años las normas morales han cambiado a ritmo de vértigo, ¿ajustamos la moral a los cambios del momento o hay valores morales que no cambian?
Elsa Punset: Bueno… Vamos nuestra moralidad en lo que decían, supuestamente, los más sabios y de ahí que empecemos a dudar de si lo que eran más sabios tenía razón de decírnoslo pero, básicamente, los humanos somos muy buenos engañándonos en lo moral. Mirando para otro lado, no siendo muy conscientes de por qué hacemos lo que hacemos.
Yo lo que quería es poner un poco de luz sobre los mecanismos básicos. Pongo dilemas para cada uno sepa cómo es su moral. Creo que es importante realizar ese tipo de ejercicio. Algunos tests del libro plantean problemas morales que dan una respuesta u otra y…, el lector deberá saber si se siente con argumentos para defender una u otra respuesta moral. Es una manera de saber si se miente a sí mismo o no o…, si su decisión es deliberada o no.
E.P.: Muchas gracias por atendernos.
Elsa Punset: Muchas gracias a vosotros.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos: J.E.