La conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha incoado el expediente de declaración de la pilota valenciana como Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunitat Valenciana con el objetivo de garantizar su protección y fomentar su práctica, así como los aspectos lingüísticos, culturales, sociales y etnográficos relacionados con el juego.
La Ley de Patrimonio Cultural Valenciano establece que serán declarados Bienes Inmateriales de Interés Cultural aquellas actividades, creaciones, conocimientos, prácticas, usos y técnicas representativas de la cultura tradicional valenciana, así como aquellas manifestaciones culturales que expresan las tradiciones del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales, artísticas o de ocio, en especial aquellas que se transmiten vía oral y que además potencian y mantienen el uso del valenciano.
La pilota valenciana es un deporte propio y específico de la cultura valenciana, que se practica en todo el territorio de la Comunitat y que constituye un símbolo de la identidad valenciana, así como una muestra de la riqueza y diversidad social y cultural. Su catalogación como BIC Inmaterial otorga a la pilota el grado de protección más elevado establecido en la Llei de Patrimoni Cultural Valencià.
La declaración de BIC de la pilota valenciana afecta tanto a la propia denominación del juego ‘pilota valenciana’ como a pilotaris, trinqueters, artesanos y profesionales vinculados a los oficios tradicionales específicos de la pilota valenciana, las modalidades que se practican: escala i corda, raspall, llargues y galotxa, la reglamentación, los trinquets o el vocabulario particular en valenciano del juego.
El origen del juego de pelota se sitúa en la antigüedad grecorromana, con características muy semejantes a las actuales modalidades de la pilota, como la existencia de una red central, líneas para delimintar el campo, cambio de campo por parte de los equipos o la posibilidad de jugar de manera individual o por equipos.
Las primeras referencias documentales de la pilota en el Reino de Valencia datan de principios del siglo XIV, juego practicado y seguido tanto por la nobleza como por las clases populares. Su predominio respecto a otras actividades lúdicas se mantuvo durante el siglo XVII entre todos los estamentos sociales, tanto en la calle como en los trinquetes.
Durante el siglo XVIII mantuvo su popularidad, sobre todo entre las clases más populares y aunque a principios del XX mantenía una enorme aceptación en todo el territorio, los cambios sociales y culturales han provocado una pérdida de su posición predominante.
La conselleria de Educación, Cultura y Deporte inicia este trámite tras el acuerdo del Pleno del Consell de 28 de junio de 2013 y el informe de la conselleria de Gobernación y Justicia, competente en la pilota valenciana, de enero de 2014, para velar y garantizar la protección de la identidad, valores y patrimonio histórico de la Comunitat.