La Hermandad de Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de Gracia de Valencia se ha asentado, y bien, en su barrio de Arrancapins y ha consolidado la procesión que, por vez primera, han realizado en la mañana del Domingo de Ramos con la presencia de numerosos feligreses y el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores Mare Nostrum.
Pocos pensaban que Ramón Castro y su gente iba a durar con su cofradía pero su perseverancia y su predisposición a tener una hermandad en su barrio han sido sus baluartes. Ha sido en éste año en el que se ha visto a un Ramón Castro seguro, contento y feliz de ver a su hermandad en la calle. Con su cortejo atravesando San Francisco de Borja o rodeando el edificio del antiguo Mercado de Abastos.
Con puntualidad arrancaba el cortejo desde la iglesia del Perpetuo Socorro con su grupo de costaleros llevando al Jesús del Gran Poder de Lastrucci y a la Virgen de Gracia. Bajaron los escalones a los sones de la Marcha Real y enfiló el cortejo
Que grande ver a Ramón Castro, padre, gran capataz de la semana santa sevillana dirigiendo a la cuadrilla y a su hijo de auxiliar pero más grande es tener al hijo y nieto dentro de esa cuadrilla con esos 14 años. Estirpe de Semana Santa. Estirpe de Sevilla. Estirpe Valenciana.
Los costaleros cumplieron. Son casi los mismos que llevaron a la Dolorosa del Cabanyal y el paso de la Crucifixión del Canyamelar. Sólo uno tuvo que salir por un pequeño tirón. Y cuando salió explotó a llorar de rabia por no poder seguir. La cuadrilla de Valencia también se consolida pero también hace falta más costaleros. Ellos están abiertos a más ingresos.
El apoyo a la Chica Burbuja
La falla Rubén Dario-Fray Luis Colomer quiso acompañar a la procesión y su fallera mayor estuvo delante del paso con su presidente y casi a su lado la madre de Elvira, la chica Burbuja residente en Alboraya.
Su presencia no es gratuita. La hermandad de Jesús del Gran Poder la arropa y lo tiene como proyecto solidario desde el primer año. Ahora intentan conseguir 20.000 euros para seguir el tratamiento y trasladarla a Gran Bretaña.
Poco a poco el transcurrir de los feligreses con sus palmas de olivo llegaban de nuevo al templo y ahora otro objetivo sigue pendiente: Que los cofrades salgan pues eso con indumentaria propia. Y a buen seguro que lo consigue.
VLC Ciudad/Redacción