Desde este miércoles, 30 de octubre, y hasta el próximo 3 de noviembre, la compañía 611 Teatro sube al escenario del Teatre Flumen una nueva versión de la obra teatral de Albert Camus, ‘Los justos’.
Si bien el texto original, estrenado en 1949, planteaba cómo un grupo de revolucionarios, que realiza una acción de ataque con un alto del gobierno zarista, debe enfrentarse con el inesperado problema moral de que su acción ponga en riesgo la vida de unos niños; para esta nueva revisión de la obra los responsables de la adaptación, José A. Pérez y Javier Hernández Simón, éste último también director de la obra, plantean la acción a finales de los años setenta donde miembros de la organización ETA se disponen atentar contra un destacado miembro del gobierno.
El Péndulo de VLCNoticias habló con dos de sus intérpretes poco antes del estreno de la obra: Pablo Rivero Madriñan y Lola Baldrich.
EL Péndulo.: Parece una puesta en escena desnuda pero es significativamente explícita: estar atados a una idea.
Pablo Rivero Madriñan: En realidad quien debería hablar de esto es el director Javier Hernández Simón, que no está aquí, yo puedo hablar desde la compañía 611 y hay un equipo de trabajo que llevamos mucho tiempo funcionando y la relación con la escenógrafa, que es Begoña Vazquez, y Javier que…, bueno, producen cosas así de original, con espacios únicos, espacios simbólicos que sugieren muchas cosas y que con la luz y el juego en escena se convierte en otra cosa. Yo creo que aquí es muy acertado algo que, como dices tú, nos esté encadenando a la ideología e, incluso, algo de…, una vuelta más a la tierra, que es un poco la excusa por la que surge esta ideología, aunque todo esto luego se desfigure con la historia, con el tiempo y con las acciones y…, se puede ver, perfectamente, este encadenamiento y creo que es muy claro. A parte, mantiene una serie de tensiones por lo que es, y lo que estamos moviéndonos en escena hace que cualquier movimiento de uno condicione el movimiento del otro. Creo que es un ejercicio interesante para nosotros y, por supuesto, para la acción del texto.
Lola Baldrich: A mí, una de las cosas que me pareció más interesante cuando me eligieron para estar en esta función es por el trabajo de mesa, hablar del concepto del ser humano, por qué se encadena, por qué se engaña a sí mismo, por qué el verdugo, al final, es más víctima que la propia víctima. Y eso que le dimos muchas vueltas y en una de las cosas que estoy más de acuerdo y más afín a la propuesta de Javier es que se simboliza en una soga que llevamos al cuello. Eso te da tensión y para la interpretación sientes el ahogo, no poder salir de esa prisión que es la cuerda alrededor del cuello. Eso me ha llevado a mi propio mundo existencial, a la necesidad de liberación, a la necesidad que cada ser humano necesita.
E.P.: En el texto original hay un gran debate ético y moral por parte de uno de los miembros del grupo anarco/revolucionario, ¿hasta qué punto ese debate en los miembros de ETA, que plantea la obra, existe?
P.R.M.: Existen varios matices. A parte de que el zarismo era un absolutismo y dio origen a una revolución aquí encontramos algo que está en nuestra historia y tiene que ver con el mundo de ETA. Yo, realmente, la historia de ETA, tal cual, pues…, no soy el más indicado para hablar de ella. En esta producción el director es de Bilbao, el autor es de Bilbao y uno de los actores, Ramón Ibarra, también es de Bilbao y ellos conocen muy bien las interioridades de por qué situar la versión en el marco de ETA. Lo que tiene que ver con la historia de ETA prefiero no entrar aunque sí hay algo en común pero…, lo que planteaba Camus no es lo mismo.
E.P.: Me refiero al debate moral y ético en los personajes y en la dramaturgia, algo así como…
P.R.M.: Nosotros no entramos en ese debate moral. No dejamos ese debate abierto. Camus sí que lo hace. Nuestra función termina diciendo que somos asesinos. Esta función no deja lugar a dudas.
L.B.: … Y estamos hablando de un momento en que ETA Político/Militar se separa y hay una línea dura que no quiero verse dividida.
E.P.: (a L.B.) El personaje femenino en la obra de Camus juega un papel muy importante ya que cohesiona y siente atracción por uno de sus compañeros pero abre dudas en la organización, ¿cómo lo has ido elaborando al personaje?
LB.: Es la primera vez que trabajo en una compañía solo de hombres y siempre que una mujer está sola en una obra muy masculina tiene un peligro y…, encarna un personaje que tiene que ver con el sentimiento de tierra hay fuerza. Yo siento que el personaje es muy de tierra. Y, es muy cierto lo que tú dices, que Mayte , el personaje, es la que plantea las dudas, es la que primero abre la brecha de ¿qué estamos haciendo? No es la mujer, la mujer entre comillas, pero es la única que expone la duda en la organización.
E.P.: Pues, muchas gracias por atendernos y os deseamos muchísmo éxito con esta versión?
L.B.: Gracias a vosotros, de verdad, y que venga mucha gente.
P.R.M.: Muchas gracias. Estamos aquí hasta el día 3 y esperamos que el público valenciano disfrute con nuestro trabajo.
‘Los justos’ está interpretada por Alex Gadea, Ramón Ibarra, Pedro Alonso, Lola Baldrich, Rafa Ortíz y Pablo Rivero Madriñán.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües