Con la llegada del verano, la oferta cultural languidece, de no ser por algunos reductos que resisten en la ciudad, ofreciendo propuestas de ocio para refrescar los días. Un ejemplo es Sala Russafa, que acoge el estreno del nuevo espectáculo de la bailarina y coreógrafa valenciana Eva Bertomeu, una de las figuras de nuestra danza, galardonada con el Premio de la Generalitat Valenciana a la mejor bailarina 2007 y 2008, al mejor espectáculo de danza en 2008 y a la mejor dirección coreográfica en 2007.
En una única función, el 5 de julio a las 20:30 horas, Bertomeu sube al escenario acompañada por los bailarines Lorena Ortiz, Bárbara Díaz, Fredo Belda y Miguel Ángel Machadopara estrenar su última coreografía, ‘Reflejos de luz en las grietas de un cristal roto’, una recreación del movimiento, colores y líneas que dibujan los rayos de sol sobre el vidrio, describiendo un nuevo comienzo.
El programa se completa con ‘IUS’, reconstrucción de una pieza creada por Bertomeu, que se representó en Dansa Valencia 2010 y viajó a muestras y festivales de Francia y Bélgica. Ahora, la coreógrafa la retoma para expresar a través del baile una idea del derecho (ius) basada en la descripción de Domicio Ulpiano ‘el Derecho es la técnica de lo bueno y lo justo’.
Por último, la función incluye ‘We don’t know’, una pieza creada e interpretada por Isaac Montllor y Agnes López, figuras de la Compañía Nacional de Danza, que acompañan a Bertomeu en esta nueva producción. Una ocasión para disfrutar de esta disciplina de las artes escénicas al más alto nivel
Las artes escénicas como herramienta de inclusión social
Sala Russafa acoge en su última semana de programación de la temporada dos espectáculos que demuestran cómo el trabajo con las artes escénicas puede ser una herramienta de inclusión social. El 4 de julio (19:oo horas) subirá a las tablas ‘Entrelazando’, una propuesta de la Associació Lluerna, que trabaja con personas que presentan diversidad funcional.
A través del baile, el espectáculo propone un viaje por momentos, situaciones y sensaciones que, pese a parecer dispares, pueden encontrarse unidas. Nexos de unión insólitos, tocados por la magia y la fantasía, como el que puede unir ciertas discapacidades físicas y, por qué no, la danza.
La segunda propuesta en esta línea llega el 6 de julio (19:00 horas) y servirá para poner fin a la tercera edición del Festival de Talleres de Teatro Clásico de Sala Russafa, tras haber programado desde el 12 de junio propuestas que revisitan piezas, personajes y autores de la historia de las artes escénicas. En esta ocasión, ha tenido especial presencia Shakespeare, coincidiendo con el 450 aniversario de su nacimiento. Y, precisamente, el autor inglés es el protagonista de la nueva propuesta de la compañía AVoramar, que participa en el festival por tercera vez. Mariola Ponce y Vicent Ortolá (Teatres de la Llum), dirigen a un grupo de discapacitados físicos e intelectuales que encuentran en las artes escénicas una herramienta para integrarse, expresando inquietudes y aptitudes a través de su experiencia de la interpretación.
Echando mano de las técnicas del teatro de sombras, AVoramar lleva a las tablas ‘Enfadados con Shakespeare’, un montaje original en el que todos los miembros de la compañía aportan su particular visión de las emociones encontradas que tan bien supo retratar el autor inglés a través de sus personajes. Hamlet, Lady Macbeth, Lear o Julieta son una muestra de cómo vernos obligados a esconder las emociones hace que se vuelvan confusas y pueda experimentarse a un tiempo el amor y la tristeza, la alegría y la desesperación.
Todos nos hemos enfadado alguna vez sin saber porqué y de esto hablan, con una visión lúcida, llena de ternura y humor, los componentes de AVoramar, representando el aislamiento en que muchas veces se sienten atrapados y que franquean a través del teatro, expresando sus ideas y emociones. Un cierre perfecto para la tercera temporada teatral de Sala Russafa que retomará su programación después del verano.
Clases de danza y yoga con Toni Aparici
Algunas de las actividades de la línea docente de Sala Russafa se mantienen durante el mes de julio. Acabados los cursos de interpretación para profesionales y aficionados a las artes escénicas, así como de actuación para niños y teatro en inglés, las aulas del centro cultural acogerán durante todo el mes las clases de danza y yoga.
El bailarín y coreógrafo Toni Aparisi imparte ambas disciplinas en grupos para principiantes y nivel intermedio. Durante julio se abre un cupo de matriculación del que pueden ofrecer todos los detalles en el centro cultural.
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