El joven Eloy Moreno sacudió el mercado editorial cuando su primera novela ‘El bolígrafo de gel verde’ (Espasa), superó los 200.000 ejemplares vendidos. Lo que se había iniciado como una obra personal, editada y distribuida por el propio autor a través de las redes sociales, acabó convirtiéndose en un auténtico boom editorial. Este técnico informático, trabaja en el Ayuntamiento de Castellón, vuelve a las estanterías con ‘Lo que encontré bajo el sofá’, otra vez acompañado de Espasa, con un libro que despliega el mismo estilo narrativo que el anterior pero en un entorno mucho más interno, donde los secretos afloran con toda su crudeza y desnudan a los personajes y al lector.
Sentados en la terraza de un coqueto bar, mientras compartimos desayuno, Eloy Moreno nos acerca parte de las claves de su novela.
El Péndulo: Tras el éxito de tu primera novela, en esta segunda obra adviertes al lector que no forma parte de ninguna trilogía, ¿era necesaria esta aclaración?
Eloy Moreno: No sé, me parecía divertido (al tiempo que ríe y remueve su café con leche). Es un guiño que hago hacia los lectores. En mi primer libro, en la contraportada, también puse que ese libro nunca tendrá un premio literario, ¿no? (vuelve a reír). Me gustan esos guiños porque, últimamente, todo lo que se publica es trilogía, trilogía…, quieres comprarte un libro y te obligan a comprar dos más. No, en este caso, tú puedes comprar este y ya está, no hay dos más esperándote. Aquí, lo que empiezas a leer lo acabas. Es una pequeña broma con los lectores. Los que ya me conocen saben que hago ese tipo de cosas.
E.P.: ¿Pero de los lectores en general o de tus fieles lectores en concreto?
E.M.: No, no, en general. Hombre, cuanto más lectores tenga mucho mejor, ¿no? (vuelve a reír).
E.P.: Pero gracias al éxito de tu primer libro ya tienes unos lectores, además de los que te siguen por las redes sociales, que parecen sentirse cómplices de tus textos y ya manejáis algunas claves en común.
E.M.: Sí, sí, sí. Es verdad. Será, quizás, por la forma de escribir. Consigo que se sientan identificados en muchos aspectos, que al leerme ellos pueden ser los personajes de cualquiera historia del libro. Hay situaciones en las que pueden sentirse identificados, aquí (y señala el libro), hay muchas historias, creo, en las que todos conocemos algún secreto de los que se cuentan: conozco a un vecino que tal, a mi mismo me ha pasado esto, a fulanito le pasó aquello… Total, que son cosas que se dicen en tertulias de bares pero no salen en ningún sitio más, no tienen una difusión más amplia. Hay cosas muy fuertes en el libro que…, bueno yo me atreví a contarlas. Yo creí que tenía voz, ahora mismo, una responsabilidad con la gente, con la sociedad, no lo sé…, pero necesitaba transmitirlo. Cuando ves en algún bar que sale en la tele un corrupto, que ha robado no sé cuántos millones, un tío dice: ‘si le pegasen un tiro a ése, seguramente, el siguiente no lo haría’. Y eso se dice en petit comité y eso lo pongo en el libro. Entonces, cuando la gente lee el libro dice, ‘¡ostras, esto se dice con boca pequeña pero nadie lo dice fuera’! Bueno, aquí me he atrevido a decirlo.
E.P.: Conociendo tu trabajo en la red, desde tu blog, y al leer el libro, da la sensación que has dado un paso más de atrevimiento en tus opiniones.
E.M.: Sí, yo también lo creo. Quizá porque ya veo puedo llegar a más gente. Yo tenía un blog en la que era muy crítico con la sociedad, metía mucha caña, y creo que aquello estaba dentro de mí y lo he ido sacando en la novela.
E.P.: Te gusta llevar al lector de un sitio a otro, como si la trama principal fuera una y muchas y como si quisieras que el lector se detuviera en otras cosas, como si necesitaras que prestará a atención sobre otros detalles.
E.M.: Sí, sí, es verdad. Hay un tronco, porque tiene que haber un tronco, es una historia de infidelidad…, hoy eso está a la orden del día, la ruptura del matrimonio, la separación de parejas y eso es un poco el tronco que sustenta la novela pero alrededor, cuando una persona se hunde, tiene amigos, tiene vecinos, tiene familiares y si eso no lo incluyes en la novela, no suena real, no suena muy vivo. Alrededor pasan muchas cosas y era eso lo que quería plasmar. Yo no interfiero mucho en lo que ocurre. Yo cuento que en tal sitio está ocurriendo algo y en otro sitio está ocurriendo otra cosa.
E.P.: Quieres que los lectores vean lo que ven tus personajes y lo que ven otros personajes como un juego de observadores y supraobservadores, ¿puede ser?
E.M.: Sí, es eso. Una misma realidad se puede contar desde muchos puntos de vista y de muchas formas. Y juego también con el tema de la doble moral. Tenemos el ejemplo del tío que se queja de los políticos corruptos y él paga en negro el arreglo del coche.
E.P.: Aquí se nota la dobla moral de la pareja, la familia, el entorno social.
E.M.: Pues sí, yo he conocido parejas que mientras ella se va a la cama, él tío se mete en el ordenador para tener sexo virtual o visitar páginas pornográficas. Y puede ser que sea una pareja normal y corriente o que todos piensen que es una pareja ideal.
E.P.: ¿Acaso no están en su derecho de vivir, como pareja, como ellos decidan sin etiquetas morales?
E.M.: Pues un poco voy eso. Mi mirada no es moralista pero la de los personajes sí y piensan y actúan como ocurre en el día a día de nuestra sociedad.
E.P.: Y, ¿cuáles son tus referencias literarias?
E.M.: (Se ríe) No sé, no sé. Me lo preguntan y no sabría decir muy bien cuáles son. Te voy a decir una cosa que te extrañará muchísimo pero lo que más me leer es ciencia ficción. Luego he elegido leer algunas cosas de realismo puro, mi novela es realismo puro, pero me encanta la ciencia ficción. Me gusta saber cómo será la moral y los comportamientos de la gente de aquí a algunos años.
E.P.: Isaac Asimov y Ray Bradbury tienen muchos relatos y novelas en las que subyacen esos planteamientos.
E.M.: Pues mira, Asimov para mí es un maestro. Las tres leyes de la robótica de Asimov son fundamentales en ese aspecto. Y, te pregunto, ¿no crees que eso también nos pasa a las personas? Que barre moral nos saltamos, no siendo máquinas, cuando a las máquinas sí que les planteamos instrucciones morales (vuelve a reír).
E.P.: Supongo que ya estarás elaborando o trabajando en un nuevo proyecto con mimbres parecidos.
E.M.: Algún día de estos (comenta sonriendo). Déjame que acabe todo esto de la presentación del libro y ver cómo va y… Bueno, algo sacaremos en claro. Mira, en las redes sociales, en las que me muevo muchísimo, tengo que contestar tantas cosas y atender tantos temas que no me dio tiempo a pensar pero…, no descarto que toque la ciencia ficción.
E.P.: Te deseamos mucho éxito, como con tu anterior libro, y gracias por atender nuestro medio.
E.M.: Gracias a vosotros.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües