Desde ayer, y hasta el próximo 30 de marzo, el Teatro Flumen pone en escena ‘Canciones para no cortarse las venas’, un espectáculo basado en la obra literaria de Manu Berástegui, que el mismo dirige, y con tres intérpretes de lujo: Víctor Ullate Roche y Marta Ribera en voces y Ángel Galán al frente del piano.
El Péndulo de VLCNoticias se acercó hasta el ensayo general de la obra para hablar con Berástegui y conocer de cerca esas canciones que invitan a no cortarse las venas.
El Péndulo: El espectáculo se mueve en un arco musical que vas desde los años ‘30 hasta los años ’80 del siglo pasado, ¿hay música para todos los gustos, verdad?
Manu Berástegui: Sí, sí. No están ordenadas cronológicamente, están puestas por géneros. Y por una evolución que he querido que sea muy personal; no sé muy bien con qué criterio pero era la que me surgía, ya sea la copla, el bolero, el tango, la ranchera, la canción italiana, la canción francesa y…, la canción en inglés.
E.P.: ¿Y el pop español?
M.B.: Sí, sí, un poquito del pop español. Hay una pincelada de pop español que es ese momento final apoteósico. Hay dos cosas del pop español que son importantes.
E.P.: Es también tejer una complicidad con espectador…
M.B.: … Creo que la complicidad con el espectador es muy fácil porque está basada en que todas son canciones que forman parte de nuestra historia. Todos hemos oído la mayoría de las canciones y forman parte de la banda sonora de nuestras vidas. A la gente más joven algunas casi no les sonarán pero, a lo mejor, las han oído cantar a sus padres o tiene un recuerdo vago de la canción. Si fueran canciones más recientes pues…, llegan a un público más general.
E.P.: Estamos hablando de canciones melódicas reconocidas.
M.B.: Son todas canciones de desamor. En general, las canciones de desamor son dramáticas y todas son melódicas. Hay algunas rítmicas, no te creas, y hay pasajes humorísticos… Por ejemplo…, hacemos ‘La rata de dos patas’, de Paquita la del Barrio, que es una canción de desamor pero de reacción y con mala leche y…, con mucho humor.
E.P.: Y estará el momento ‘Ne me quitte pas’ que es una joya de canción.
N.B.: El ‘Ne me quitte pas’ es un momento muy íntimo, muy íntimo y de gran silencio en el teatro, que hace Víctor maravillosamente, y es emocionante. A todo el mundo le llega, tanto a los que la conocen como a los que no.
E.P.: Habrá una parte del público que desconocerá las canciones que marcaron una época.
N.B.: Claro, claro, pero la emoción llega igual, aunque sea la primera vez que oyes ‘Ne me quitte pas’ es una canción que emociona, te llega al alma. Y luego hay bastante humor y hay… sorpresas…, porque algunos boleros y algunas coplas, deja boquiabierto al público más joven. Esto lo he podido comprobar porque he hablado con gente joven. Yo me preguntaba, ¿cómo reaccionará el público? Y…, se quedan sorprendidos al oír las letras que se escribían en boleros y coplas tan cruentas, en ocasiones, y tan brutales. Es fascinante ver cómo el público más joven reacciona estupendamente frente a esas coplas desgarradoras y a esos boleros tan pasionales. Todos hemos sufrido por amor y muchas canciones nos lo recuerdan.
E.P.: Pero la copla contó con compositores y letristas como aquel tío formado por Quintero/León y Quiroga que firmaron obras maravillosas.
M.B.: ¡Hermosísimas! Aquí, en el espectáculo, tenemos un homenaje importante hacia ellos. Para mí Rafael de León es importantísimo como poeta. A la gente que no conoce esas letras se sorprende porque, primero…, son de una enorme poesía y luego de una intensidad bestial con frases como ‘toma este puñal’ o ‘arráncame la vida’ y…, la gente se sorprende y tratamos, en el espectáculo, de ponerle un pelín de ironía. Cuando digo ironía no se trata de no valorar a la canción, a mí me han hecho llorar Bola de Nieve o La Lupe que han sido grandes en sus carreras, pero creo que hay que ponerle un poquito de chispa, de ironía.
E.P.: Partimos de un libro escrito por ti pero, ¿cómo generamos una dramaturgia para un espectáculo de canciones?
M.B.: El libro está hecho como si fuera una especie de vademécum. Cada texto que acompaña a cada canción está escrito como si fuera el prospecto de una medicina. Esto para el libro funciona muy bien pero, a la hora de ponerlo sobre un escenario…, le estuve dando muchas vueltas y pensé que al público lo enganchas mucho más si le pones una cierta historia. Fue un reto, porque escribir una historia donde se metan las canciones que no es un musical al uso, no intenta que las canciones entren en momentos que encajan dramáticamente o hagan avanzar la acción, sino que son canciones que van metidas en un texto. En realidad es una comedia con canciones. No es un musical.
E.P.: Es una comedia salpicada de canciones.
M.B.: Sí, una comedia salpicada de canciones. Están integradas en la acción porque lo que se hace es una terapia en el escenario. El personaje de Marta es una mujer que llega a un lugar, un bar y consulta psicológica, donde le van a curar su corazón roto por el desamor. Ella está harta de que le pase lo mismo y de sufrir por amor. Allí conoce a Víctor y a Ángel que le dicen que no se preocupe que la curaran de esos males de amor. Digamos que se aplica la terapia en el escenario.
E.P.: Supongo que el público participará de todo esto.
M.B.: Al público lo hemos integrado… Mira, al principio para una comedia pero a los cinco minutos, con la primera canción, la gente se dispara. Ya es imposible mantenerlo ahí. Entonces lo que he hecho es integrar al público como parte de la terapia y al público que lo considera enfermos de desamor que están esperando turno para ser atendidos.
E.P.: Manu, os deseamos mucho éxito en vuestro estreno en Valencia y que no sean solo cuatro días de representaciones sino que podáis volver pronto.
M.B.: Muchísimas gracias. Es nuestra primera incursión y… Yo espero que el espectáculo vuelva y estoy seguro que el público saldrá encantado con la función.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/ Fotos: J.E.