Desde este miércoles, 6 de noviembre, y hasta el próximo día 17, Rafael Álvarez ‘El Brujo’ llenará el escenario del Teatro Olympia con su nuevo trabajo unipersonal, en el que estará acompañado de cuatro músicos y cantaor flamenco, donde la función de la palabra, basada en los textos de San Juan, pretende crear una comunión mediúmnica, tal y como se producía en el cristianismo primitivo.
Para el actor, en el ‘El Evangelio de San Juan’, “el simbolismo juega un componente poderoso. Es un texto eminentemente simbólico, de un simbolismo profundo destinado a hacer presente la figura de Jesús. El carácter de ese símbolo, respecto a la interpretación de la palabra, es de evocación casi mediúmnica, en el sentido que hace presente lo simbolizado. En la tradición cristiana, y en otras, veían la presencia directa de lo simbolizado”.
‘El Brujo’ confiesa que “he leído todo sobre la figura de Cristo y el cristianismo primitivo y el texto de San Juan es el más poético, con el lenguaje más visual, el más abstracto y con un contenido casi místico”
Para el actor, ‘El Evangelio de San Juan’ es también una liturgia, una representación teatral pero ritual, en la que los espectadores participaban, “igual que cualquier misa es un evento teatral pero ritual, en la que hay un oficiante y los participantes son como actores”.
Según ‘El Brujo’ “los católicos van a decir que es una irreverencia y los agnósticos un juego teatral, pero la poética del texto es el de un poder enorme, como el de un profundo valor sacro y hasta el del poder interno de un chamán”.
La obra es una coproducción con el Centro Dramático Nacional, estrenada en 2009 en Mérida, junto con sus dos trabajos anteriores, ‘San Francisco, juglar de Dios’ y ‘Los misterios del Quijote’, conforman una trilogía donde la tradición de la palabra y su valor toma cuerpo en la escena teatral.
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